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Diego González

Quousque tandem abutere, Perrosanxe, patientia nostra?

"Mujeres, no tengáis miedo". Ese, amigas, es el momento de salir corriendo.

MADRID, 10/12/2025.-El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles durante la rueda de prensa tras su encuentro con el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, en el Palacio de la Moncloa en Madrid.- EFE/ Borja Sánchez-Trillo | EFE

Necesitamos días más largos. No hay manera de seguir este carrusel delictivo. Me he pedido el viernes libre en el trabajo para ponerme al día de la alcantarilla socialista. A la larga lista de puteros, corruptos, ladrones, cocainómanos, traficantes de influencias y de petróleo venezolano, defraudadores, golpistas, amigos de los terroristas y prevaricadores hay que añadirle ahora acosadores sexuales. En Ferraz no dejan una sola página del código penal sin tocar, como Irene Montero con el DSM-5.

Cuanto más conocemos de las interioridades de los partidos de izquierdas, más entendemos el resentimiento de las feministas. Si los hombres con los que se relacionan son como Monedero, Errejón, Iglesias, Santos Cerdán, Salazar, Javier Izquierdo o el presidente de la Diputación de Lugo, lo lógico es la misandria. Sucede que semejante concentración de puteros, sobones y presuntos acosadores sexuales no es normal, y sólo se da en las guerrillas islámicas de Somalia y en los partidos de izquierda españoles, convertidos en maquinarias de poder para robar y follar. El PSOE más de lo primero, Podemos y Hamás Madrid más de lo segundo.

"Mujeres, no tengáis miedo". Ese, amigas, es el momento de salir corriendo. Sánchez pone un buzón de denuncias anónimas a disposición de las mujeres del PSOE y lo usa para controlar el flujo de información y de paso acallar a las denunciantes durante meses. De chill, que dicen los zoomers. Donde más hace falta un punto violeta es en Ferraz, y quizá en los jardines de la Moncloa, donde pastan los asesores más cercanos al presidente. Que vuelva la frenología: Salazar tiene exactamente el aspecto que uno espera de alguien acusado de propasarse con las empleadas y compañeras. El retrato robot de un sobón. La idea platónica de una mano demasiado larga. Eso no significa nada, claro. A Errejón, con esa cara de niño pelota y chivato, le ascendieron después de la primera denuncia, y hasta que no le empapeló una presentadora de la tele ahí siguió, dando leccioncitas con el dedo enhiesto. Y lo que no es el dedo también.

Hay preocupación en las filas del periodismo militante. Ceños fruncidos, labios apretados, miradas a lo Zoolander, achinando los ojos para fingir profundidad intelectual. Aún no les ha llegado el argumentario y están perdidos. ¿Es el del PSOE un acoso sexual con perspectiva de género? ¿Le meten mano a sus subordinadas de forma resiliente y sostenible? La frase de moda en el PSOE hasta hace dos días era "mi jefe me refriega la cebolleta lo normal". En una empresa en la que estuve un chaval de veintipocos años se propasó con una jefa de área en una cena corporativa y antes de que pasara una hora todos sabíamos la historia completa y nos estábamos inventando detalles escabrosos, pero nos tenemos que creer que durante años altos cargos del PSOE han acosado sistemáticamente a las mujeres del partido sin que nadie lo supiera. Sánchez no conocía a Ábalos, que era su mano derecha en el partido y en el gobierno, y María Jesús Montero no tenía ni idea de lo que hacía "ese señor", su número 2, el expresidente de la SEPI. Nadie sabía nada, pero en 2021 el facha medio tenía una foto bastante clara en la cabeza. Yo ya no pido que no delincan, está en su naturaleza, sólo que no me tomen por subnormal. Las mujeres feministas callaron por conveniencia mientras veían cómo acosaban a sus compañeras, porque fuera del presupuesto hace un frío que pela y los principios sólo lo son si te cuestan dinero. "El que se mueve no sale en la foto". Lo dijo Alfonso Guerra en plena descomposición orgánica del felipismo. No han cambiado en treinta años.

"Soy feminista porque soy socialista". Habrá que jurar que hemos vivido esto. Sánchez está desquiciado. Aparece desencajado delante de los suyos. Más nieve en Moncloa que en la Sierra de Guadarrama. No puede proteger a sus fieles; la campaña golpista contra los jueces no está funcionando como se esperaba pese a que Sarah Pérez Santaolalla chilla y gesticula mucho

repitiendo consignas tan vacías como su cráneo en todas las televisiones del país. Leire detenida. El expresidente de la SEPI detenido. El socio de Cerdán detenido. El presidente de ENUSA detenido. Presidente y consejero de Plus Ultra detenidos. Y eso en 24 horas. Un día de estos alguien en la maquinaria propagandística que conocemos como Equipo Olímpico de Opinión Sincronizada va a aprender a sumar dos y dos y acabará llegando a la conclusión de que no es posible que absolutamente todos los jueces y policías del país sean franquistas nazis que odian a Su Sanchidad. Es poco probable que un periodista de El Diario sepa lo que es la navaja de Ockham (creen que es una marca de cuchillos irlandesa), pero hasta a ellos les va a resultar más fácil de digerir la idea de que, simplemente, el PSOE es un albañal que huele a mierda desde una órbita geoestacionaria.

¿Cuánto le queda a Sánchez? Demasiado. En cualquier país con menos panderetas por kilómetro cuadrado el presidente habría dimitido en el preciso instante en el que imputaron a su mujer por tráfico de influencias, porque hasta el espectador menos dotado intelectualmente de El Intermedio sabe que las influencias con las que podía traficar Begoña Gómez eran las de su marido. La legislatura entera ha sido un despropósito y un error histórico del que tardaremos en recuperarnos una generación, si es que lo hacemos. Sánchez no tiene ningún incentivo para marcharse antes de 2027, y por ahora tampoco necesidad. Chavistas, nacionalistas, separatistas y etarras van a seguir exprimiendo la degradación institucional, sosteniendo de manera cada vez más precaria al gobierno más feminista de la historia y a los sobones que puedan quedar en él; las encuestas dan ya doscientos escaños a la suma de PP y Vox, y los enemigos del país saben que se les acaba el chollo en cuanto Sánchez salga por última vez de Moncloa, camino del destierro en algún país sin tratado de extradición con España.

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