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Eva Miquel Subías

Hablemos de sexo

Me parece del todo saludable que Wilfried Martens nos hable de sexo. Y quizás, muchos de los agrios rostros de nuestro doméstico paisaje de cargos públicos, se tornarían más amables si así lo hicieran.

Hay un determinado tipo de noticias que debo reconocer, me encantan. Cuando parecemos estar algo agotados de manifestaciones más que cutres, como a las que nos tiene ya demasiado acostumbrados Don José Blanco o exabruptos anticonstitucionales de tipos republicanos e independentistas como Joan Tardà, exponentes ambos de lo que se viene a llamar como exquisitez diplomática, aparece alguien que, con sus declaraciones, aporta un cierto aire fresco al tan aburrido y previsible panorama político social.

Me refiero al presidente del PP Europeo, Wilfried Martens, político demócrata cristiano de algo más de setenta vigorosos años, ex primer ministro belga en varias ocasiones y casado, en terceras nupcias, con la ex ministra Miet Smet.

Según parece, el enamorado Martens ha revolucionado la televisión belga al referirse, entre otras cuestiones, a las diversas formas en las que se vive un orgasmo y a los diferentes tipos que existen, revelando así, la influencia que el matrimonio ideal, del profesor Van de Velde ha ejercido en su vida amorosa. Interesante aspecto el apuntado en segundo término, pero me temo que ara no toca.

Al más puro estilo de la Dra. Elena Ochoa en su programa de TVE de comienzos de los años 90, o algo más contemporáneo, al estilo de Carry, la protagonista de Sex and the City...

(Inciso. Stop. Confieso que me he estado reprimiendo. Llevo unas cuantas columnas y jamás he hablado de ellas. Pero en esta ocasión es inevitable. Envidio el papel de Sarah Jessica Parker. ¿Se imaginan? Una columnita semanal hablando de las relaciones de pareja y de cómo éstas pueden llegar a influir en nuestro quehacer diario. Genial).

Como iba diciendo, lo mejor de todo es que nuestro flamante político popular no sólo habla de ello, sino que lo lleva a la práctica. Así me gusta. La verdad es que son muchos los políticos de inspiración cristiana que se revelan como auténticos titanes del amor. Y eso, estarán de acuerdo conmigo, tiene, digamos que interés. Dejémoslo así.

Francamente, me parece del todo saludable que Wilfried Martens nos hable de sexo. Y quizás, muchos de los agrios rostros de nuestro doméstico paisaje de cargos públicos, se tornarían más amables si así lo hicieran.

Martens nos ha mostrado una cara más humana de la política, nos ha devuelto una cierta frescura que yo, por lo menos, echaba de menos en aquellos que se han convertido en meros lectores de comunicados y "argumentarios" del partido político de turno al que representan. Tampoco pretendo recomendarles nada en concreto, faltaría más, que cada cual se espabile como pueda en su más estricta intimidad, pero sí me gustaría pedirles que procuren ser algo más espontáneos y, sobre todo, ingeniosos.

Ahora que el centro derecha le ha arrebatado a la izquierda tradicional la bandera del amor libre y sin complejos, ahora que ya estamos todos liberados, solicito a "los nuestros" algo más de calorcito pre-navideño y que dejen de convertir las desgracias ajenas en éxitos propios. Créanme, se sentirán mejor y estimularán sus escasas dotes creativas.

Y ya que, por el camino que estamos siguiendo, estamos todavía muy lejos de propósitos tales como recuperar el engrandecimiento de la política y de sus representantes, hagamos de ella una tarea más humana, más cercana y en fin, algo más vibrante. ¿No les parece?

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