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BOLIVIA

El títere Morales

El presidente boliviano, Evo Morales, viajó a Nueva York la semana pasada para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Antes hizo escala en Venezuela para recibir asesoramiento de sus mentores, quienes, como de costumbre, le enseñaron las frases que debe repetir... sin dejarse llevar por sus comunes arrebatos.

El presidente boliviano, Evo Morales, viajó a Nueva York la semana pasada para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Antes hizo escala en Venezuela para recibir asesoramiento de sus mentores, quienes, como de costumbre, le enseñaron las frases que debe repetir... sin dejarse llevar por sus comunes arrebatos.
La última vez que estuvo en el hemiciclo de las Naciones Unidas, Morales mostró una hoja de coca y dijo que no podía ser que la coca fuera legal para elaborar Coca Cola e ilegal para cualquier otra cosa. Sin duda, tenía razón. Ahora bien, la pregunta es: ¿qué otra cosa sino cocaína se elabora con la coca? Si alguien propusiera la fabricación de cualquier producto que fuera rentable y de consumo masivo, sería de interés para todos.
 
La Coca Cola original se elaboraba con el alcaloide de la coca, y tenía por objeto combatir las resacas que siguen a las borracheras. Lamentablemente para su inventor, los resultados no produjeron el efecto esperado, por lo que se quedó con sus dolores de cabeza y vendió la fórmula.
 
En esta segunda visita a Estados Unidos, Morales se reunió nuevamente con su protector norteamericano, Jimmy Carter, que invitó a Bill Clinton a que se sumara a las conversaciones. ¿Qué consejos dio Carter a su colega agricultor? Se trata de un misterio; pero a buen seguro se ofreció para supervisar las próximas elecciones bolivianas y asegurar la continuidad de Morales en el poder, como hizo con Chávez en Venezuela. Además, debe de haberle apoyado en su lucha por hacerse con el Nobel de la Paz.
 
Evo Morales.Cuando le tocó hablar sobre el cambio climático, Morales dijo: "Abandonen el lujo, abandonen el exceso del consumo. No piensen sólo en el dinero. Piensen en la vida, en el futuro de la Humanidad". Emotivas palabras éstas, pero no casan bien con el comportamiento de quien las profirió: ese campesino burgués gasta decenas de millones de dólares en mantener un estilo de vida que sólo los socialistas y los potentados pueden darse.
 
En una carta dirigida a los miembros de las Naciones Unidas, Morales afirma: "El mundo tiene fiebre por el cambio climático, y la enfermedad se llama modelo de desarrollo capitalista". Claro, seguro que al mundo le irá mejor con el modelo indigenista, que no ha desarrollado nada en absoluto en toda la historia moderna.
 
El presidente boliviano fue invitado por The Cooper Union, un pequeño pero prestigioso instituto de Artes y Ciencias, para hacer una exposición. Y Morales escupió sus mentiras. Dijo que decidió dedicarse a la política después de ser testigo de la quema de campesinos por parte del Gobierno. Es curioso que jamás ningún otro individuo haya presenciado semejantes hechos. Los únicos quemados vivos de los que se tiene constancia (se filmó y retransmitió su suplicio) han sido víctimas de indígenas en trance de aplicar su "justicia comunitaria", de la que Morales es promotor.
 
Más tarde participó en el programa de John Stewart, donde obviamente no captó la carga de sorna que llevaban las preguntas y contestó con circunspección y ateniéndose al libreto que se ha aprendido. ¿Qué otra cosa se podía esperar? El único humor que Morales entiende es el de Los Tres Chiflados.
 
El punto culminante de su estancia en EEUU fue su discurso ante la Asamblea de la ONU, donde manifestó que en Bolivia ya no había la corrupción de antes. Será porque no contabilizaron el dinero para los sobornos que llega desde Venezuela –el país más corrupto de Sudamérica–, del que Morales es el principal beneficiario. Según Transparencia Internacional, Bolivia figura en el puesto 105 –entre 179 naciones–. Venezuela está en el 162.
 
El presidente boliviano se quejó de que los aduaneros y oficiales de seguridad registraron su equipaje y el de su delegación. ¿Y qué esperaba? La última vez que ingresó en Estados Unidos llevaba coca; su canciller podría estar introduciendo ántrax.
 
Lo único rescatable de su disertación fue su sugerencia de que la ONU se mude a otro país. En realidad, debería disolverse por completo y dar lugar a dos organizaciones internacionales: una que defienda la democracia y la libertad, con sede en Nueva York, y otra que aglutine a las dictaduras y teocracias, que podría establecerse en Teherán.
 
Por un momento, Morales se salió del guión y tuvo una idea propia. Fue cuando dijo: "Hay que hablar la verdad con sinceridad". Los filósofos del mundo entero siguen meditando sobre tan singular axioma.
 
 
© AIPE
 
JOSÉ BRECHNER, periodista boliviano.
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