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COSTA DE ALMERÍA

Un rincón muy especial

A pesar de su aridez, la costa de Almería presenta contrastes y paisajes dignos de recorrerse. Existen tres zonas: la de Cabo de Gata y Níjar, la de Poniente y la de Levante. Aunque cada una muestra su carácter, tienen en común una cualidad: no se pueden dejar de visitar.

A pesar de su aridez, la costa de Almería presenta contrastes y paisajes dignos de recorrerse. Existen tres zonas: la de Cabo de Gata y Níjar, la de Poniente y la de Levante. Aunque cada una muestra su carácter, tienen en común una cualidad: no se pueden dejar de visitar.
Isleta del Moro.
La zona más virgen y menos explotada, turísticamente hablando, es la del Cabo de Gata. Pequeños pueblos pesqueros con gran tradición y buen elenco de costumbres vigentes se suceden en el paraje más bello de la provincia almeriense. A lo largo de este paraíso natural bañado por el Mediterráneo se extienden unas playas excepcionales: seis de ellas suelen tener bandera azul.
 
Aquí está el Parque Natural Marítimo-Terrestre Cabo de Gata-Níjar. El mito hippy se ha transformado en un reducto de cuarentones modernos. Arquitectura pseudotradicional y mucha paz; tanta, que el cuerpo se acorcha.
 
Ante nosotros se despliega una belleza que impacta. Declarado Reserva de la Biosfera, el Parque posee una rica variedad paisajística, con dunas, salinas, poblados pesqueros y la gran llanura minera de Rodalquilar. Sus insólitas formas se explican por el origen volcánico de más de dos terceras partes del territorio. La Sierra de Cabo de Gata es la formación volcánica más importante de España.
 
Los amantes de la botánica encontrarán aquí alrededor de 1.000 plantas peculiares, entre las que destacan los palmitos –símbolo del Parque y única palmera autóctona de Europa–, los lentiscos, las coscojas y los azufaifos.
 
En el extremo sur del Cabo de Gata-Níjar están las Salinas de Cabo de Gata, de donde se obtiene sal aprovechando las condiciones de máxima insolación. Esta explotación industrial es un ejemplo de cómo obtener un beneficio sin dañar el ambiente y originar un espacio de alto valor ecológico. Las Salinas, una de las zonas húmedas más importantes de Andalucía, son utilizadas por varias especies de aves como punto de escala en su ruta migratoria entre Europa y África.
 
Cabo de Gata. El faro data de 1861.En este paraíso de aves acuáticas destacan los flamencos, que se concentran aquí desde julio hasta octubre. Además, la limpieza y transparencia de las aguas permite contemplar los fondos rocosos y los arrecifes, un diamante en bruto que no se puede despreciar.
 
Los adictos a las caminatas disponen de 18 itinerarios en el Parque. Además, podrán apreciar la riqueza cultural y antropológica de la zona, que alberga restos arqueológicos del Neolítico, la Edad de Cobre y la época romana.
 
Si buscamos una amplia oferta hotelera y de servicios debemos acudir al Poniente Almeriense. Las playas amplias y los relieves de líneas suaves son característicos de una zona que, a pesar de su marcado carácter turístico, conserva playas vírgenes, así como parajes naturales de indudable belleza: la Reserva Natural de Las Albuferas de Adra, las Salinas de Guardias Viejas, el Arrecife Barrera de Posidonia y Punta Etinas-Sabinar.
 
Los windsurfistas tienen en Playa Serena (Roquetas de Mar) y la Ensenada de San Miguel (El Ejido) unos lugares de ensueño. Por su parte, los golfistas pueden elegir entre varios campos. Si se prefiere dar un paseo en barco, recomendamos los puertos deportivos de Aguadulce, Adra, Almerimar o Roquetas del Mar.
 
Para respirar tipismo y personalidad, el Levante Almeriense. Desde el Parque Natural Cabo de Gata- Níjar hasta el límite con la provincia de Murcia se suceden playas de arena fina y dorada, que se mezclan con acantilados y coquetas calas. Los parajes vírgenes, como la Cala Cristal o la Playa de los Muertos, invitan a practicar el naturismo. Además, tenemos a mano monumentos naturales como la Isla Negra o las Islas de Terrenos, ambas en Pulpí.
 
Almería es una zona de contrastes que ha sabido adaptarse poco a poco a los tiempos que corren. De tierra de emigración a tierra prometida para muchos turistas, de desierto empobrecido a territorio rico y fértil, esta provincia andaluza es un rincón muy especial.
 
 
Dónde dormir
Mikasa. Ctra. Carbonera, s/n, Agua Amarga. Tlf: 950 13 80 73. 16 habitaciones, en las que destaca la luminosidad de su interior.
Tío Kiko. Embarque, s/n, Agua Amarga. Tlf: 950 138 080. Con 25 habitaciones y 2 suites. Lo mejor, las vistas de la playa, que se puede contemplar desde sus grandes ventanales.
Hotel Don Ignacio. Paseo Marítimo, s/n, San José. Tlf: 950 611 080. En primera línea de playa. 41 habitaciones.
 
Dónde comer
– La Chumbera. Los Ventorrillos (a 6 kilómetros de Carboneras), Agua Amarga. Tlf: 950 168 321. Un sitio idóneo para celebrar una velada en una escena elegante y atenta.
Terraza Carmona. Manuel Giménez, 1, Vera (a 15 kilómetros de Mojácar). Tlf: 950 390 760. Una de las mejores opciones de la costa almeriense. Cocina autóctona y con detalles innovadores. Muy recomendable.
– Al Baida. Avenida de las Gaviotas, 94, Roquetas de Mar. Tlf: 950 333 810. Gran variedad de pescados.
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