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Ignacio Villa

¡Al ataque!

Ángel Acebes ha abierto la veda. El actual adjunto al secretario general ha sacado toda la artillería pesada para defender al Gobierno anterior y para defenderse de las insidias, de las mentiras y de la manipulación del actual ministro del Interior. Acebes ha reaccionado como había que hacerlo, con contundencia y con claridad, y es que millones de militantes y de simpatizantes del PP celebran esta actitud a lo grande. Y no es para menos.
 
Desde el Partido Popular deberán movilizar de esta forma a su electorado. Muchos de ellos se sienten agredidos y ofendidos por como se vivió la jornada de reflexión del 13-M desde el Partido Socialista; y todos necesitan una actitud de solidez, de consistencia y de fortaleza en el mensaje.

La actitud de Acebes a la hora de reaccionar así es un precedente que no puede convertirse en un gesto aislado. El Partido Popular –todos sus dirigentes– tienen que seguir la estela marcada por Rajoy en el Parlamento y por Acebes desde Génova. Todos deberán poner la carne en el asador, corriendo riesgos y asumiendo sin miedos su nueva situación parlamentaria de oposición. Rajoy y Acebes han marcado el camino y ese camino es para todos.

Cuando se está en la oposición no hay espacio para el refugio debajo de la alfombra, ni para los "gabinetes de ideas". En la oposición, todos tienen que dar la cara, y cuando se dice todos es ¡todos!. Esa es la manera de avanzar en la dirección correcta.

Es evidente –así lo indican los primeros días del Gobierno– que el Ejecutivo Zapatero tiene muchos y variados flancos de debilidad. Pero para que esos flancos se conviertan en escapes de agua para el Ejecutivo, el PP tiene que aprovechar todos los resortes a su alcance, y esos resortes son muchos.

Mariano Rajoy, con dos actuaciones excelentes en el Congreso, vapuleando a Rodríguez Zapatero, y Ángel Acebes respondiendo como se merece la irresponsabilidad del ministro del Interior han dejado claro el terreno que pisan. Ahora tendrán que seguir esa estela otros muchos que piensan todavía que la oposición es un paseo de rosas. En la oposición se sufre mucho y se trabaja más. Hace falta mucha brega. Y hay que vivir al ataque.

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