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Ignacio Villa

Aznar no deja pistas

Con caras de asombro y algunos rostros de contrariedad, la Junta Directiva Nacional del Partido Popular ha recibido los nombres de ponentes e informes que José María Aznar ha comunicado a la dirección de su partido. La primera conclusión que nos sugiere la convocatoria de este Congreso, es que el presidente Aznar lo ha llevado todo personalmente y que todas las decisiones son exclusivamente suyas. Dicho de otra manera, José María Aznar no había comunicado a nadie lo decidido hasta el pasado domingo por la tarde, momento en el que llamó a Javier Arenas al Palacio de la Moncloa para anunciarle los nombres y las ponencias del Congreso.

La segunda conclusión a la que se puede llegar es que José María Aznar no está dispuesto a dejar el más mínimo rastro sobre su sucesión. El presidente del PP, y del Gobierno, mantiene todas las posibilidades abiertas y no ha querido dejar pistas elaborando un selecto equilibrio de nombres y cargos. Están todos los que tienen que estar. Pero, sobre todo, están, todos los que cuentan para Aznar. Es decir, por un lado Javier Arenas intervendrá con el Informe de Gestión; los tres Vicesecretarios Generales llevarán el peso político del Congreso. Rodrigo Rato hablará de economía, Mariano Rajoy hablará de la situación política e institucional y Jaime Mayor lo hará sobre el Estado de las Autonomías.

En cuanto a las ponencias, se puede decir que en esta ocasión serán más ideológicas. Todos los ponentes están escogidos sin casualidades. Con la ponencia sobre "patriotismo constitucional" José María Aznar ha escogido a un catalán, Josep Piqué, y una vasca, María San Gil; para la ponencia sobre "empleo" ha elegido a una Secretaria de Estado del equipo económico, Elvira Rodríguez y a José Manuel Soria —un guiño al PP canario— para hablar del "Estado en el siglo XXI" ha buscado a una de sus ministras preferidas, Pilar del Castillo, y a uno de sus ideológos en la sombra, Gabriel Elorriaga; y para la ponencia de "Estatutos" ha optado por dos clásicos del Partido, Ana Mato, que está en la actual dirección, y Angel Acebes, una de las personas de mayor confianza del presidente Aznar.

En definitiva, un estudiado equilibrio de fuerzas, que se completa con la Presidencia del Congreso para Eduardo Zaplana. El presidente valenciano fue uno de los ponentes en el anterior Congreso, pero en esta ocasión, por su perfil, debería tener un papel diferente, y ha sido el propio Aznar quién le ha escogido para ese cargo. Una muestra de confianza, pero sobre todo una muestra de que cuenta con él. Y es que todos los nombres escogidos son personas de Aznar, y todos están donde están gracias a las indicaciones del presidente del Gobierno.

En definitiva, el Congreso del PP del próximo mes de enero, va a ser el Congreso de Aznar, sin sucesores y sin competencias. El presidente del PP y del Gobierno se va a llevar todo el protagonismo, sin sombras y sin dobles lenguajes. Eso sí, la única duda que todavía no se ha despejado es quién será el próximo secretario general, una duda que Aznar no ha querido despejar, en la convocatoria del Congreso se ha limitado a recordar que Javier Arenas acaba mandato, algo estatutariamente obvio. Termina mandato, pero puede repetir. Una incógnita que Aznar no ha querido despejar, entre otras cosas por la posible conexión con una crisis de Gobierno. Así pues, lo único seguro por el momento, es que el Congreso de enero, será el Congreso de Aznar.

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