Cuando las cosas se hacen bien, los resultados aparecen por si solos sin necesidad de organizar operaciones mediáticas artificiales. Este es un ejemplo. El nuevo acuerdo que se ha alcanzado con Francia viene a refrendar el trabajo que está realizando este Gobierno, y en concreto el ministro de Justicia Ángel Acebes. Todos los avances en el terreno internacional en la lucha antiterrorista son muy importantes. Así como lo es también la colaboración y la lealtad institucional, que el PSOE está ofreciendo en este capítulo.
Es evidente que los acuerdos internacionales alcanzados en la lucha contra el terrorismo etarra son imprescindibles para acorralar a los terroristas. Hay que recordar que en estos últimos meses Italia, Francia y el Reino Unido han dado pasos importantes en este mismo camino. Alemania también coincide en la necesidad de ayudar. Pero Portugal y Bélgica todavía se mantienen en las buenas palabras pero les pesa la etiqueta de ser países de “asilo”. Una actitud contradictoria, en pleno siglo XXI, con una posición activa en la lucha contra el terrorismo. Porque cuando se plantea la posibilidad de ofrecer cobijo a los asesinos etarras entramos ya en el capítulo de la complicidad.
El trabajo, que está realizando el Ministerio de Justicia, es bueno. Pero, ¡cuidado!, es bueno por el momento, porque nadie ha intentado alardear de él. Aquí no se puede buscar un beneficio político partidista a corto plazo. Aquí hay que trabajar a media y larga distancia. Y si no que se lo digan al presidente Aznar, que después de anunciar en México la colaboración sin fisuras del Gobierno mexicano en la lucha contra ETA, a los dos días denegaban la extradición de un etarra. Esta es una lección, cuando el Gobierno trabaja con discreción, las cosas salen bien. Y los resultados terminan aflorando.
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