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Ignacio Villa

El marianismo no es la solución

Frente a los que sólo piden y exigen marianismo, que en sí mismo es la nada, hay quien no renuncia a mejorar, sin renegar del pasado para consolidar un proyecto de futuro.

El Comité Ejecutivo de este lunes ha tenido muchas más repercusiones internas que las que el aparato del PP ha tenido a bien mostrar a los medios de comunicación. Les guste o no, algo se está moviendo. Nunca había durado tanto una reunión de estas características ni habían intervenido tantas personas, todas autorizadas para hacerlo. Por mucho que prediquen a los cuatro vientos que el partido está con Mariano, la realidad es muy distinta.

Desde el entorno de Rajoy lo quieren llevar al terreno de la lealtad personal, pero cuestión es la fidelidad a unas ideas y a un partido que las defiende. Son centenares de dirigentes, miles de militantes y millones de votantes que no buscan el protagonismo personal; sólo quieren la fidelidad a unas siglas que han gobernado durante ocho años con un modelo claro de España, una valiente lucha contra el terrorismo y unas eficaces recetas económicas. Ahora parece que reniegan de aquella herencia de triunfos. Fomentan un revisionismo de sus propias ideas porque se avergüenzan de su pasado. Ese es el nuevo PP que quieren fundamentar en un acto de fe en Mariano Rajoy, un líder que no ha ganado nunca unas elecciones como cabeza de cartel. Y eso no es de recibo.

En este contexto es donde surge con fuerza una posible candidatura de Juan Costa. Sus declaraciones este martes, en los pasillos del Congreso, certifican que esa alternativa vuelve a revivir y lo hace después de lo que se vio y se escuchó el lunes en la Ejecutiva de los populares. Frente a los que sólo piden y exigen marianismo, que en sí mismo es la nada, hay quien no renuncia a mejorar, sin renegar del pasado para consolidar un proyecto de futuro.

Se quiera ver o no, la Ejecutiva de este lunes reflejó todas las deficiencias de la actual dirección, que son muchas, y su incapacidad de respuesta. Los errores del núcleo duro marianista han sido tantos y tan gordos que la alternativa cada vez está más cerca. No se debería menospreciar esa nueva candidatura. Tal y como están las cosas, hacerlo no legitima el posible triunfo de Rajoy; en todo caso lo empobrece. Y mucho.

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