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Ignacio Villa

El PSOE cambia las urnas por la calle

El Partido Socialista ya ha decidido cual es su estrategia política para estos próximos meses: la calle e Izquierda Unida. La primera se puede ocupar con una cierta facilidad, pero sin repercusión electoral. En cuanto a la articulación de una estrategia común con la coalición de Llamazares, ellos sabrán lo que hacen, pero sinceramente no parece que sea la mejor alianza de las posibles.

El PSOE de Rodríguez Zapatero, con apariencia de recién llegados a la política de verdad, parece que acaban de descubrir la calle. Un descubrimiento, más infantil que real, que les puede costar muy caro. Piensan que la calle son las urnas, y eso nada tiene que ver con la realidad. La calle es la calle y las urnas son las urnas. Convocar manifestaciones, reventar actos públicos, repartir pegatinas y armar ruido en el Congreso es algo muy sencillo para cualquier partido político que se precie. Pero esta dinámica, anclada en la demagogia y en el tópico, tiene una eficacia mínima. El impacto inmediato hace que parezca que todo va a tener un impacto mayor del que después se produce en la realidad. El ruido de la calle es fuego de artificio. El ruido de la calle es puro efectismo.

Pues bien, con la calle ocupada –todo sea dicho, por los mismos de siempre–, ahora han decidido acercarse a Izquierda Unida. Zapatero, en un verdadero ataque de amnesia, ha optado por la coalición que llevó al descalabro a Joaquín Almunia. Si quiere saber donde puede terminar, no necesita consultar a ninguna bola de cristal, es suficiente con recordar los "flamantes" resultados de las elecciones del año 2000. Aquel matrimonio de absoluta conveniencia significó los peores resultados en mucho tiempo para PSOE e IU, tres años después siguen empecinados en el mismo camino. ¡Vaya brillantez! Zapatero ha elegido estos compañeros de viaje con la experiencia en contra, con los números fuera de control y con la certeza de que la equivocación puede ser soberana.

En resumen, el tiempo pondrá todo en su sitio. El Gobierno de Aznar en estos tres últimos años ha cometido muchos y muy variados errores políticos y estratégicos. Errores que el PSOE no ha sabido aprovechar desde una oposición que ofrezca credibilidad a los ciudadanos. Ahora, con las generales a la vuelta de la esquina, con la crisis de Irak por medio, como gran descubrimiento, el PSOE de Zapatero ha decidido echarse a la calle de la mano de IU. Demasiada irresponsabilidad para ser un partido que pretende ser alternativa del Gobierno. Zapatero ha decidido que los suyos se conviertan en unos profesionales de la manifestación y de la protesta, y así no se ganan unas elecciones generales.

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