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Ignacio Villa

No es un cheque en blanco

El día después de la elecciones vascas, el análisis político se mueve todavía con cierta prudencia. Los resultados han sido claros para el PNV, pero también es cierto que esos resultados no son un cheque en blanco para los nacionalistas. En estos momentos, en los que parece que todo es de color nacionalista, el PNV cometería un error si piensa que desde ahora puede hacer lo que se le antoje.

Para empezar el PNV, no puede perder de vista que son los ciudadanos los que le han dado el poder y son los que también se lo pueden quitar en la próxima cita electoral. Si no responden a las expectativas creadas podrían estropear unos aparentes buenos resultados. Además los dirigentes nacionalistas tienen que tomar nota, que con la caída de EH, reciben un mensaje cifrado: Deben huir del terrorismo y de los cómplices del terrorismo. Los vascos han querido dar poder al PNV, pero no lo quieren tonteando con los terroristas.

Con el nuevo reparto de escaños, se recuerda que aunque lo intenten esconder, el terrorismo existe, que siguen muriendo ciudadanos en la calle a manos de unos asesinos de los que han recibido apoyos legislativos, que hay muchos ciudadanos vascos que viven con escoltas, que en el País Vasco no se vive en paz, y que para conseguir esa paz no se puede vender el futuro a los cómplices de los terroristas a cambio de un paz ficticia.

Además con estos resultados, el PNV debería aprender una lección: Han conseguido dividir el País Vasco en dos, han conseguido fraccionarlo. Si realmente quieren avanzar hacia el futuro tienen que contar con todos los demócratas. Para contar con todos, para reconducir la situación es inexcusable dejar Estella y todo lo que eso conlleva, es decir sus pactos con ETA. Estella ha sido el verdadero motivo de esa división, cada vez más profunda.

Con la borrachera del triunfo, el PNV no debería perder de vista que no todos los vascos son nacionalistas, y que no por ello son menos vascos. Y que tienen una oportunidad, no para volver a realizar maniobras políticas para la supervivencia de sus propios líderes, sino para volver donde estaban antes de la tregua. En estos resultados no todo es gloria para el PNV, también hay llamadas de atención y advertencias: los vascos no quieren que el PNV cometa los mismos errores. Con esta mayoría pueden evitarlos. No tienen excusas. No tienen ningún cheque en blanco.

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