Menú
Ignacio Villa

Traficar con el dinero de todos

Zapatero ha vuelto a cometer el mismo error de siempre: embotado en su soberbia, se ha creído capaz de arreglar el entuerto él solo y, por el contrario, únicamente ha presentado unos presupuestos que son una clara estafa para la ciudadanía.

Aunque creamos que Rodríguez Zapatero ya no puede sorprendernos con nada, lo que ha ocurrido con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se llama traficar con el dinero de todos. El acuerdo al que han llegado en el último minuto los socialistas con el PNV y el BNG es la demostración clara de que no existe ninguna seriedad en la política española. Hemos vuelto a asistir a un intercambio de cromos (en forma de competencias) entre el Gobierno central y los partidos nacionalistas.

Estamos en vísperas electorales en Galicia y en el País Vasco y, por lo tanto, a todos les interesa poder vender mercancía en sus respectivas circunscripciones. El PSOE necesita sacar adelante a cualquier precio las cuentas públicas y a los nacionalistas vascos y gallegos les viene de perlas poder alardear de haber conseguido nuevas competencias y más dinero para sus chiringuitos. Por lo tanto, los PGE de 2009 son una buena excusa para sacar tajada, pero, en esta ocasión, con un claro agravante: la grave crisis económica que el Ejecutivo ha negado durante meses y que ahora intenta controlar con medidas improvisadas.

Y es que, con estos nuevos presupuestos, el Gobierno de Zapatero nos coloca al borde del abismo. No hay ni austeridad en el gasto ni recortes fiscales que alivien el estancamiento. Es más, los PGE se han aprobado sin contar con el apoyo de todos los partidos, algo recomendable en la actual coyuntura: unos presupuestos unánimes habrían servido para enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos.

Al final Zapatero ha vuelto a cometer el mismo error de siempre: embotado en su soberbia, se ha creído capaz de arreglar el entuerto él solo y, por el contrario, únicamente ha presentado unos presupuestos que son una clara estafa para la ciudadanía. Las cuentas públicas se han confeccionado bajo un escenario de vacas gordas y, por tanto, no sirven para afrontar la crisis. Todos sufriremos su soberbia.

En España

    0
    comentarios