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Ignacio Villa

Vázquez saca los colores a Zapatero

La intervención del Alcalde de La Coruña en el Club Siglo XXI ha dejado en evidencia los verdaderos problemas del Partido Socialista. Paco Vázquez, en una valiente y decidida intervención ante este foro político acostumbrado a escuchar frases comedidas y conferencias intrascendentes, ha puesto el dedo en la herida del Partido Socialista. Vázquez, que ha sido muy duro con sus propios compañeros de partido, ha realizado una seria llamada de atención a José Luis Rodríguez Zapatero. Con elegancia, pero con claridad, el Alcalde coruñés ha recordado a su secretario general que no tiene sentido consentir que en el Partido Socialista haya dirigentes que defiendan la reforma de la Constitución, que aplaudan los referendum sobre los inexistentes derechos de autodeterminación, que entierran ficticiamente la Historia de España o que pongan en duda con frecuencia la existencia de España. Vázquez, que de esta forma ha sido muy crítico y duro con Pascual Maragall, Odón Elorza o Patxi López, realmente está pidiendo a Rodríguez Zapatero que ponga orden en su partido y que imponga una disciplina a todos los dirigentes y militantes.

Vázquez está pidiendo a la dirección del PSOE que no permita por falta de carácter más desbarajustes internos. De esta forma, el alcalde coruñés está poniendo en evidencia la falta de autoridad de Zapatero a la hora de dirigir el PSOE, y está reconociendo el daño que algunos dirigentes socialistas están haciendo a la sociedad española con su espíritu "colaboracionista" con el nacionalismo.

Vázquez ha venido a Madrid para reconocer públicamente el talón de Aquiles del actual Partido Socialista. El verdadero problema del PSOE, por el que el tiempo le pasará factura, es la incapacidad de su líder para poner orden, refugiándose en una "falsa pluralidad".

En todo caso, Zapatero debería tomar nota. Vázquez no es una isla dentro del PSOE. Vázquez es la voz de otros dirigentes y de muchos militantes socialistas que quieren ver una dirección fuerte, con capacidad de liderazgo interno y con autoridad para imponer una línea de actuación. No son pocos los que se acuerdan de que uno de los primeros flancos que el PSOE de González dejo abierto fue la división interna en el partido. Muchos de ellos siguen pensando que un partido sin cohesión interna y convertido en un reino de "independientes" se convierte en un breve espacio de tiempo en un verdadero "infierno político".

Vázquez, con su conferencia en el Siglo XXI, denuncia las actitudes inexplicables de Maragall, Elorza o López; pero sobre todo saca los colores a Rodríguez Zapatero. No es suficiente con querer ganar unas elecciones internas, antes hay que poner orden en la propia casa. Y además Zapatero está jugando con fuego.

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