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Jaime Ignacio del Burgo

Los islamistas también leen el Gara

Si los islamistas leen el Gara es porque hay presos etarras que se lo facilitan y no para que lo utilicen como mantel.

La noticia aparecía en los periódicos: "Prisiones ordena vigilar a los musulmanes que lean el Gara y fotografíar sus celdas" (El Mundo). "Prisiones vigila si los reclusos musulmanes leen Gara" (Público).

La Directora General de Prisiones, Mercedes Gallizo, está preocupada por la agitación islamista en las cárceles españolas. Así se desprende de la lectura de un "manual" confidencial para uso de los funcionarios de prisiones, al que ha tenido acceso Europa Press. Los reclusos musulmanes, advierte el manual, pueden sentir la necesidad de reforzar sus convicciones acudiendo a publicaciones abertzales o extremistas, ya que "encuentran en éstas apoyo a su visión del mundo y sus métodos de acción".

En mi libro 11-M. Demasiadas preguntas sin respuesta escribí lo siguiente (páginas 371 y 372):

A la vista de estas y otras revelaciones conocidas en los últimos tiempos, el comisario Juan Manuel Calleja, jefe de la Birgada Provincial de Policía Judicial y anteriormente jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) durante el 11-M, declaró en la Comisión de Investigación: "Los contactos entre estos dos grupos [ETA e islamistas] de organizaciones terroristas contrapuestas, pero terroristas, no los conozco, pero pueden haber comenzado a fraguarse en prisiones... No dispongo de datos. Sólo mantengo que las prisiones son un sitio donde pueden empezar determinados contactos. Está claro que las organizaciones terroristas tienen su estrategia, su mando político, su aparato de finanzas y su aparato militar; pero después hay alguien que aglutina y dirige... Las organizaciones terroristas, cuando quieren ponerse en contacto, lo hacen y saben hacerlo muy bien".

Ya dijimos cómo el comisario Rafael Gómez Menor, jefe de Brigada de la Comisaría General de Información, Unidad Central de Información Exterior (UCIE) del Cuerpo Nacional de Policía, manifestó ante la Comisión del 11-M que no cabía "descartar nada" en relación con la hipótesis de una colaboración de ETA y sostuvo que tal conexión debía investigarse, sobre todo si etarras e islamistas "coinciden en las cárceles".

Nosotros no afirmamos que ETA hubiera tenido participación ni directa ni indirecta en la comisión del atentado del 11-M. Pero sí afirmamos que con los datos expuestos hay base suficiente como para llevar a cabo una rigurosa investigación sobre la conexión etarra-islamista. Con independencia del 11-M, lo cierto es que está probada la existencia de relaciones personales muy intensas entre presos de ETA y relevantes presos islamistas. No querer reconocer esta realidad, por un espurio interés partidista, es una actitud irresponsable. Reclamamos, por tanto, una investigación rigurosa, imparcial e independiente, llevada a cabo por profesionales de reconocida reputación ajenos a cualquier presión de naturaleza política.

De cuanto hemos expuesto hasta aquí, se desprenden las siguientes conclusiones:

  1. Se encuentra abundantemente constatada la existencia de relaciones personales entre terroristas de ETA y miembros relevantes de células terroristas de carácter islamista, al menos en las cárceles españolas y francesas.
  2. A la luz del conjunto de las informaciones publicadas y no desmentidas, existen indicios de que tales relaciones personales hayan podido tener consecuencias operativas.
  3. Se impone, en consecuencia, una profunda y rigurosa investigación sobre estas conexiones, no sólo por el interés de esclarecer si ETA prestó algún tipo de colaboración directa o indirecta en los atentados del 11 de marzo o en otras acciones frustradas protagonizadas por el terrorismo islamista (como el atentado contra la Audiencia Nacional), sino sobre todo porque conocer la posibilidad de que esa colaboración se haya producido o se esté produciendo en estos momentos es de extrema importancia para la eficacia de la lucha antiterrorista en el futuro y para la prevención de nuevos atentados.

Cuando los funcionarios de prisiones han recibido la orden de vigilar de manera especial a los islamistas lectores del Gara quiere decir que al Ministerio del Interior le preocupa el asunto, cosa que me parece una buena noticia. ¿Qué dicen ahora quienes nos acusaron de inventar patrañas por abogar por una investigación rigurosa sobre las posibles conexiones de etarras e islamistas?

Una precisión para la Sra. Gallizo. Los islamistas pueden encontrar en el Gara no sólo un apoyo a sus convicciones "yihadistas", sino también un estímulo para establecer relaciones que vayan más lejos que las meras relaciones derivadas de la convivencia en la misma cárcel. Lo cierto es que si los islamistas leen el Gara es porque hay presos etarras que se lo facilitan y no para que lo utilicen como mantel. Esto último se dijo por el Ministerio del Interior a raíz de la investigación al que fue sometido el preso islamista Benesmail, supuesto lugarteniente de Alekema Lamari (uno de los muertos en el piso de Leganés), al que Garzón acusó de ser el organizador de un atentado suicida contra la Audiencia Nacional, acusación que finalmente, como tantas otras cosas de nuestro gran justiciero universal, quedó en nada.

Lo cierto es que la conexión de la izquierda aberztale con el grupo terrorista Hamas es algo público y notorio. Es significativo que, con frecuencia, las noticias de la actividad de Hamas sean portada del periódico proetarra.

En España

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