Es curioso este libro de oro del Real Madrid (Ediciones Ares. Madrid, 1952) que conservo como si fuera oro en paño. Desconozco por qué es la fotografía de Su Alteza Imperial Muley el Hassam, Jalifa de la Zona española en Marruecos, la primera que te encuentras al abrir sus páginas. A la izquierda, su dedicatoria: "Tetuán, a 22 de diciembre de 1951. Me es muy grato dedicar al Real Madrid Club de Fútbol con motivo de su cincuentenario, la expresión de mi cordial felicitación". No me cuesta tanto comprender la presencia fotográfica del general Moscardó, y su dedicatoria: "Al Real Madrid Club de Fútbol en sus bodas de oro con el deporte. José Moscardó". Más tarde, la fotografía de un jovencísimo Santiago Bernabéu Yuste: "para todos los que han colaborado con el Real Madrid, nuestro eterno agradecimiento. Para nuestros contrarios, que Dios les dé tantas venturas como deseo a los socios madridistas".
Luego, la primera foto conocida del Madrid, en la Avenida de la Plaza de Toros. Al fondo, la "Casa de las Bolas", en plena calle de Alcalá, en su confluencia con la de Goya. En aquella casa está "La Taurina", donde primeramente se vestían los jugadores. Juan Padrós, Celada, Carlos Padrós, Mertens, Mendía, Revuelta, Barquín, Johnson, El Bollero, Páramo, Mario Giralt, Varela, Palacios, Molera, Parages, Arturo Meléndez, Neyra, José Giralt, Stampher, Armando Giralt y Spottorno. Damos el salto al año 1931. El pie de foto dice lo siguiente: "El trío defensivo más extraordinario que ha tenido el Real Madrid y el fútbol español: Ciriaco, Zamora y Quincoces. Aún no defendían las metas cuatro jugadores, por el sistema WM; pero las defendían tres que valían, sin exagerar demasiado, por seis". ¡Y eso sin exagerar demasiado!
Hasta ahí, el Real Madrid era sólo un club de fútbol. ¿Cuando pasó a transformarse en un mito? Quizás cuando Santiago Bernabéu dijo "quiero al rubio", refiriéndose a Alfredo di Stéfano. El Real Madrid, heredero de "un ejercicio inglés llamado foot-ball", se convertía con aquella saeta argentina en el mejor club de toda la historia. Y, tal y como yo lo veo, será muy difícil que lo apeen de ahí. Si un equipo de fútbol es un sentimiento, el Real Madrid es el de la felicidad más absoluta. Un centenario feliz.
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