¿Cómo tranquilizar a las teles?... El mayor riesgo que corren ahora mismo los jugadores del Barcelona es el de convertirse en "freaks" televisivos, monstruitos al más puro estilo de los "pozí", Tamara, "cuñaooo" o Arlequín. Carlos Rexach dijo el sábado que el asunto del "hesperiazo" estaba acabado, y nada más lejos de la realidad televisiva -que es, como todo el mundo sabe, la única realidad tangible-. Un periodista advirtió el otro día en "Onda Catalana" de que la productora de un famoso programa estaba "peinando" Madrid a la caza y captura de una tal Jasmine, o Yasmine (tanto monta, porque al final la chavalita se llamará Eugenia Alvarez Rodríguez), que, al parecer, podría ofrecer información sobre lo que realmente ocurrió la "noche de autos". El DNI artístico de Jasmine es un desnudo para la revista "Interviú" y haber salido con el "gescartero" Antonio Camacho. ¿Cuándo saldría en la tele?... El martes... ¿Por qué?... Porque el lunes "echan" por Televisión Española "Operación Triunfo", y eso no hay "share" que lo aguante. ¿Dónde estará Jasmine? ¿Existe?
A fecha de hoy, que yo conozca, "Telemadrid" no ha aportado más pruebas sobre la noticia adelantada a comienzos de esta semana. Pero la plana mayor azulgrana ha tratado tan mal el "fuero" del asunto, que ahora el "huevo" está en poder de la televisión. Serán los "talk shows" los que marquen el "tempo" de este partido. Y mientras consigan alimentar la atención del espectador a base de carnaza, este asunto no habrá concluido en absoluto. El cóctel que forman fútbol y sexo es un producto tan "vendible" como cualquier otro y distribuido en pequeñas dosis puede resultar letal para el barcelonismo. Suerte han tenido de que Jay Lenno no pare por estos lares.
¿Cómo desactivar la bomba? Yo creo que lo último que debería hacer Joan Gaspart es reunirse con los abogados de los jugadores, y mucho menos querellarse contra nadie. Me parece que Rexach no debería dar más pábulo al "circo" con declaraciones como "hablan de señoritas pero si fueran cuatro tíos sería más gordo". El club tendría que fichar un buen jefe de seguridad y a los futbolistas habría que demandarles que ganaran partidos cuanto antes. Todo eso y, quizás, rezar también para que la productora no haya localizado ya a estas horas a la famosa Jasmine y la tenga oculta en un coqueto hotelito de Fuerteventura. No quiero ni pensar qué haría el tándem Matamoros-Lecquio con esa información. Porque alguien quiere competir con David Bisbal.
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