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Juan Manuel Rodríguez

Las mangas verdes de Pedro Tomás

Me pregunto yo qué pasaría si un buen día los operadores privados de televisión dijeran bien a las claras lo que ya conoce a estas alturas todo el mundo, y es que el fútbol es un negocio ruinoso. Me interesa mucho saber qué ocurrirá cuando esos mismos operadores digan la verdad, y es que sólo venden Real Madrid y Barcelona y, de lejos, Atlético de Madrid. El resto –excepción hecha de los canales autonómicos que se ven "forzados" a apoyar a sus propios clubes "por el que dirán"– no se comen un colín (Pregunta: ¿cual es el equipo ciclista de España con un futuro más consolidado? Respuesta: el Euskaltel Euskadi. Y es que al PNV le ha entrado de repente una irrefrenable afición por el mundo del pedal). Me intriga saber qué sucedería si los operadores televisivos llegaran un día y dijeran "ya no damos más fútbol". ¿Se acabaría para siempre el "deporte rey"? ¿La LFP terminaría entonces resquebrajada en minúsculos "Ges"?

Ahora que el "G-30" –ya saben: los clubes pequeños que gastan como los grandes– ha alcanzado un acuerdo con Sogecable para las próximas tres temporadas por 264 millones de euros (una media de 88 al año, cuatro más de lo que les ofrecían al principio), Pedro Tomás retoma las negociaciones con el vicepresidente Mariano Rajoy con el objetivo de llegar a acuerdos en tres materias distintas: rebaja del IVA de las taquillas y los abonos, un superior porcentaje de los beneficios de las quinielas y una demora en el pago fiscal de las deudas con Hacienda. Y es que los clubes españoles, que como puede apreciarse no están en crisis, quieren seguir viviendo con Alicia en el País de las Maravillas. Cuando la deuda con el erario público se encuentra ya cercana a los 300 millones de euros, Tomás se enorgullece de haber puesto en marcha para la temporada 2003-2004 un nuevo órgano de la Liga con el objeto de controlar el gasto de los clubes. ¡A buenas horas las mangas verdes de don Pedro Tomás!

Sogecable sabrá por qué paga lo que paga, pero –ahora que ya está todo solucionado– me habría gustado saber qué habría pasado si el operador se hubiera negado a poner esos ridículos 12 millones de euros más sobre la mesa. ¿No habría empezado la Liga? Eso no se lo cree ni Toni Fidalgo. Como ya dijimos en Libertad Digital, el suyo era un órdago con "perete". Ahora quedamos en manos del vicepresidente primero del Gobierno. Igual a él le toca ser el Capitán Garfio en nombre de todos los contribuyentes. Porque Hacienda somos aquellos a quienes nos apasiona el fútbol, y también aquellos que lo detestan.


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