Al parecer llama mucho la atención el hecho de que por el banquillo del Real Madrid hayan pasado seis entrenadores en los últimos dos años y medio, justo desde aquel infausto 22 de junio de 2003, día en el que decidieron no renovarle el contrato a don Vicente del Bosque. "¡Ni siquiera ha llegado al año!", dicen algunos colegas de la prensa deportiva dando a entender con ello que con esa falta de tranquilidad y sosiego no existe en el mundo una plantilla, ni galáctica ni extraterrestre, capaz de sacar eso adelante.
No, no, qué va, el asunto no va por ahí. La historia es precisamente al revés. Un entrenador que no tenía ninguna experiencia en Europa y que se va como vino, sin saber absolutamente nada del club que le fichó, ha estado a punto de aguantar un año completo en uno de los banquillos deportivos más importantes del mundo. A mi, sinceramente, me parece un récord mundial, qué quieren que les diga. Con un D.N.I. deportivo tan pobre, todo lo que hubiera sido superar un mes me habría parecido un escándalo. ¡Y ha estado casi un año! ¡Y jugando rematadamente mal al fútbol!... Decididamente Florentino Pérez es el hombre de los nervios de acero.