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Maite Nolla

El Gobierno apuesta

Esperemos que lo de pisarle las líneas rojas a Mas venga en una posterior oleada de medidas.

Realmente, tampoco hay que ser muy duros. Que la vicepresidenta del Gobierno "apueste" por un bilingüismo integrador y equilibrado no tiene ningún contenido político. Vamos, que no significa nada. Junto al comentario de que la gente es muy cordial por la calle, al menos en este "ámbito", sólo le ha faltado añadir que ella cuando ha ido por Barcelona no ha tenido nunca ningún problema, que siempre la tratan muy bien y que se come fenomenal. Vaya, una buena salida cuando un asunto te trae sin cuidado. Pensar que detrás de esa declaración hay una intención política para rebajar tensión entre el Gobierno y Convergencia después de las declaraciones de Mas, que todo el mundo sabe que no se hicieron con la voluntad de ofender a nadie sino sólo en clave interna, es mucho pensar.

También es verdad que hay que tener un poquito de cuidado con el uso del lenguaje; que luego viene Vidal-Quadras con la mano abierta sacudiendo a la pobre Alicia por decir que con el asunto de la financiación hay que buscar un "mejor anclaje de Cataluña en España". Digo pobre con todo el cariño, porque no es cierto que Alicia tenga sólo un discurso pronacionalista. Tiene un discurso para cada momento y cada situación, como política moderna y de hoy en día que es.

Yo entiendo que el Gobierno tenga ahora otras prioridades. Que tenga que hacer equilibrios para sacar esto adelante, para contentar a los suyos, para que Arenas gane las elecciones y para que Televisión Española deje de ser La Sexta Dos antes de las próximas elecciones, si puede ser. Casi todo lo que tiene por delante el Gobierno desgasta mucho y no es cuestión de abrir todos los frentes a la vez. Por ello, esperemos que lo de pisarle las líneas rojas a Mas venga en una posterior oleada de medidas. Al fin y al cabo, aunque la vicepresidenta vaya ahora de conciliadora, ustedes y yo la hemos visto presentar el recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut; eran otros tiempos, es cierto: pero lo hizo. Además, ¿quién no está a favor del bilingüismo integrador y equilibrado?

Eso sí, lo que me fastidia un poco es que el Gobierno de España se dedique a apostar. Yo preferiría que el Gobierno aplicara las leyes y obligara a aplicarlas a los que no lo hacen; buenas, malas, con las que se puede estar más o menos de acuerdo, pero que están vigentes. Con estos bueyes hay que arar, que es una forma simplificada de enunciar el principio de legalidad. Pero un Gobierno no puede perder su tiempo y nuestro dinero apostando. Y menos con los derechos de los demás. ¿Apostando qué y cuánto? ¿10 a 1 a que Mas no cumple una sentencia en las próximas tres legislaturas? ¿Tanto cuesta preparar dos líneas?

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