Menú
Zoé Valdés

¿Cambios en Cagonia, ex Cuba?

En Cuba no habrá cambios mientras Raúl Castro, su hijo Alejandro Castro Espín, su hija Mariela Castro Espín y toda la parentela Castro continúen nombrando a dedo a sus sucesores.

En Cuba no habrá cambios mientras Raúl Castro, su hijo Alejandro Castro Espín, su hija Mariela Castro Espín y toda la parentela Castro continúen nombrando a dedo a sus sucesores.
Raúl Castro y Miguel Díaz Canel | EFE

Veo hoy un entusiasmo fuera de lo común por Cuba, sobre todo en Francia, donde jamás hablan de Cuba, mucho menos de sus presos políticos o de sus exiliados; pues de pronto se les ha alborotado el sentimiento ultramarino con Aquella Isleta, como yo la llamo. El tema que tanto alboroza a la prensa gala es el presunto cambio. No, perdón, "¡EL CAMBIO CUBANO!". Así, con mayúsculas y con signos de admiración. Así estamos.

No se han detenido ni un momento a indagar y escribir acerca de las relaciones entre Raúl Castro y su yerno Luis Alberto Rodríguez López-Callejas (que es el que detenta el poder económico en Cuba, y lo seguirá detentando) con el escándalo de corrupción de Odebrecht en Brasil. Por menos –por no decir por nada– de lo que ha estado el castrismo vinculado a la corrupción y el terrorismo en América Latina ha renunciado el presidente peruano Pablo Kuczynski. Y sin embargo Castro II sigue en el poder, reorganizando su sucesión a dedo, como él mismo fue nombrado por Castro I. Todo a dedo. Nadie lo investiga, o lo investigan y se callan, porque con Cuba callar es la mejor manera de ser un colaboracionista de pedestal e impregnarse del limón ácido aunque jugoso con el que siempre toca la tiranía a sus adeptos.

Siento decirles que en Cuba no habrá cambios mientras Raúl Castro, su hijo Alejandro Castro Espín, su hija Mariela Castro Espín y toda la parentela Castro continúen nombrando a dedo a sus sucesores –que no serán más que sus marionetas adoctrinadas– y sigan ellos gobernando desde las tinieblas.

Nombré a quien manipula y sostiene el poder económico en Cuba porque, sabido es, el poder militar –reitero, como todos saben y se hacen los de la vista gorda o los chivos con sonsera– de esa tiranía militar lo siguen detentando Raúl Castro y su hijo Alejandro Castro Espín, apoyados por personajes tan siniestros como Vladímir Putin y los ayatolás iraníes.

De modo que no consigo entender el entusiasmo tan desmesurado de la prensa y su visualización de una "futura Cuba capitalista", como ahora les ha dado por regar sotto voce, siempre sotto voce. Mientras que en Cuba desde el último cubano de a pie hasta el que se ha enriquecido durante estos casi 60 años de dictadura sabe que ahí hace rato se ha construido una mezcla nefasta de castrocomunismo con capitalismo salvaje, y este último de los peores, de los más abusadores, con esclavos incluidos.

En Cuba no existe la clase obrera, existe una esclavitud diseminada y esparcida por toda la isla. A ello añádale usted el apartheid y el racismo en contra de los ciudadanos cubanos, el asesinato de los opositores o su persecución y encarcelamiento, como es el caso del médico Eduardo Cardet, líder del MCL (Movimiento Cristiano Liberación), sucesor mediante votación de Oswaldo Payá por quien recientemente el MCL ha recogido en las calles y pueblos de la isla 10.000 firmas, el único acto verdaderamente importante de la oposición en los últimos tiempos.

En Cuba no ha habido cambios, ni los habrá. Ningún Gobierno, tampoco la ONU –y mucho menos la Unión Europea de Federica Mogherini, la comunista que se atrevió a decir que en Cuba existía una "democracia de partido único" y se quedó tan campante–, ha hecho absolutamente nada para impedir que Cuba siga siendo dominada y asolada por una familia mafiosa que no ha hecho más que destrozar el país y asesinar como asesina la mafia y asesinan los comunistas.

Lo único que ha cambiando en Cuba, para peor, es el pueblo, cada vez más cansado, más mal educado e inculto, más abandonado por todos y más despersonalizado y gris. Es una de las razones por la que le he cambiado el nombre (único cambio posible) para llamarla Cagonia. Porque aquello no es más esa exuberante perla antillana, la llave maestra del Golfo, aquello es una gran cagada maloliente en medio de un mar que ya no sabe si escupirla o tragársela de a viaje.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios