L D (EFE) Rojo, que participó en un curso que celebra en Cuenca la Universidad de Castilla-La Mancha, dijo en relación a la propuesta de mediación del presidente de Confebask, Román Knorr, que todos los ofrecimientos para la solución de un conflicto están bien, "pero sería tanto como demostrar que la política ha fracasado". Añade que "no puede ser que aquellos que están fuera de los foros que los tienen que resolver sean quienes resuelvan los problemas, porque entonces no sé que pintamos los demás. Es como si nosotros ahora tenemos que entrar a resolver los conflictos que tiene la patronal de su propia competencia".
A su juicio, lo que se pone de manifiesto "es que hay un problema muy gordo y que hay un fracaso de la política". En este contexto, considera un error que los Gobiernos vasco y central no hablen, porque "hablar no supone ceder, supone compartir lo que son los valores de la democracia. Uno habla para resolver problemas porque la incomunicación y el autismo producen siempre fracaso".
Según Rojo, "que el Gobierno de Aznar y el Gobierno Ibarretxe no hablen supone que cada vez estamos más distanciados en la solución al problema y por eso, cada problema que tenemos en Euskadi, es un conflicto y lo que no puede ser es que los conflictos los terminen resolviendo otros y no quienes estamos en la política". Entiende que hay responsabilidades políticas, que competen en este caso al Gobierno de la nación, "que es el Gobierno de España y por lo tanto también de Euskadi porque es una parte de España", y al presidente José María Aznar, que "tiene que hablar con el señor Ibarretxe, que no es para darle la razón es para decirle lo que hay y lo que hay que hacer, aunque después haga lo que quiera".
El secretario general del PSE de Álava piensa que la situación en el País Vasco es tan grave que es partidario de que todos los partidos democráticos creen un foro o una mesa para dar una solución al problema "y compartir un proyecto común para la convivencia de los vascos" e incluso para compartir gobiernos. Si ese punto de encuentro para la convivencia de los políticos conlleva incluso compartir gobiernos "hagámoslo", aseveró Rojo, que agregó que "es una solución imperfecta pero es una solución, porque otros están planteando soluciones muy perfectas que no son solución absolutamente a nada".
Entiende que el problema del País Vasco "es que en la medida que no hemos tenido transición política estamos exactamente igual que hace 25 años o en algunos aspectos infinitamente peor". Ante esta situación, insistió en que los partidos políticos democráticos deben sentarse y buscar una solución compartida "entendiendo que en Euskadi estamos todavía en situaciones prepolíticas y predemocráticas".
Por su parte, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, expresó su "apoyo y coincidencia" con el análisis de la organización vasca Confebask y mostró su esperanza en que "tanto Ibarretxe como Aznar tomen buena nota y abandonen la vía de la confrontación". Por medio de un comunicado, López afirmó que "no es la primera vez que los empresarios advierten de las consecuencias negativas que para la economía vasca tiene la política que el Gobierno Vasco y el PNV están desarrollando desde Lizarra".
Para el secretario general de los socialistas vascos, la mediación ofrecida por Confebask para impulsar el diálogo entre las instituciones "no sería necesaria si cada cual, tanto PP como PNV, asumieran su responsabilidad y recuperaran el diálogo institucional". "En vez de eso", añade el dirigente socialista, "nacionalistas y populares están inmersos en una política de tierra quemada, que no pasa desapercibida para ningún sector social".
A su juicio, lo que se pone de manifiesto "es que hay un problema muy gordo y que hay un fracaso de la política". En este contexto, considera un error que los Gobiernos vasco y central no hablen, porque "hablar no supone ceder, supone compartir lo que son los valores de la democracia. Uno habla para resolver problemas porque la incomunicación y el autismo producen siempre fracaso".
Según Rojo, "que el Gobierno de Aznar y el Gobierno Ibarretxe no hablen supone que cada vez estamos más distanciados en la solución al problema y por eso, cada problema que tenemos en Euskadi, es un conflicto y lo que no puede ser es que los conflictos los terminen resolviendo otros y no quienes estamos en la política". Entiende que hay responsabilidades políticas, que competen en este caso al Gobierno de la nación, "que es el Gobierno de España y por lo tanto también de Euskadi porque es una parte de España", y al presidente José María Aznar, que "tiene que hablar con el señor Ibarretxe, que no es para darle la razón es para decirle lo que hay y lo que hay que hacer, aunque después haga lo que quiera".
El secretario general del PSE de Álava piensa que la situación en el País Vasco es tan grave que es partidario de que todos los partidos democráticos creen un foro o una mesa para dar una solución al problema "y compartir un proyecto común para la convivencia de los vascos" e incluso para compartir gobiernos. Si ese punto de encuentro para la convivencia de los políticos conlleva incluso compartir gobiernos "hagámoslo", aseveró Rojo, que agregó que "es una solución imperfecta pero es una solución, porque otros están planteando soluciones muy perfectas que no son solución absolutamente a nada".
Entiende que el problema del País Vasco "es que en la medida que no hemos tenido transición política estamos exactamente igual que hace 25 años o en algunos aspectos infinitamente peor". Ante esta situación, insistió en que los partidos políticos democráticos deben sentarse y buscar una solución compartida "entendiendo que en Euskadi estamos todavía en situaciones prepolíticas y predemocráticas".
Por su parte, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, expresó su "apoyo y coincidencia" con el análisis de la organización vasca Confebask y mostró su esperanza en que "tanto Ibarretxe como Aznar tomen buena nota y abandonen la vía de la confrontación". Por medio de un comunicado, López afirmó que "no es la primera vez que los empresarios advierten de las consecuencias negativas que para la economía vasca tiene la política que el Gobierno Vasco y el PNV están desarrollando desde Lizarra".
Para el secretario general de los socialistas vascos, la mediación ofrecida por Confebask para impulsar el diálogo entre las instituciones "no sería necesaria si cada cual, tanto PP como PNV, asumieran su responsabilidad y recuperaran el diálogo institucional". "En vez de eso", añade el dirigente socialista, "nacionalistas y populares están inmersos en una política de tierra quemada, que no pasa desapercibida para ningún sector social".