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El PSOE pide a sus concejales en Marbella que "no hagan más daño" y devuelvan sus actas

El PSOE ya ha iniciado los trámites para expulsar a los tres concejales de Marbella que aún mantienen su apoyo a la moción de censura contra el alcalde, Julián Muñoz. Como hicieron en Madrid con Tamayo y Sáez, ahora piden a sus tres concejales que “no hagan más daño” al partido y que devuelvan sus actas.

L D (N. G. Mostazo) Por las declaraciones de Isabel García Marcos, todavía portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, parecía que su partido estaba reconsiderando la decisión de abrir un expediente de expulsión a los tres concejales socialistas que aún mantenían su firma en la moción de censura contra el alcalde marbellí, Julián Muñoz. Sin embargo, no ha sido así. La dirección de los socialistas andaluces ha tomado ya "todas las medidas disciplinarias posibles" contra estos tres ediles por su actitud, que ha sido tomada "al margen del partido y sin el consentimiento de ningún órgano", ni provincial, ni regional, ni federal, según ha declarado a la agencia Efe el secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro.

Los tres ediles ya han sido expedientados y suspendidos cautelarmente de militancia por el PSOE de Andalucía, formación que ya ha recibido el visto bueno de los órganos federales para la disolución de la agrupación de Marbella, que a partir de este mismo martes será dirigida por una gestora, añadió Pizarro. "Ahora, lo que queda es que, por coherencia, entreguen las actas al partido bajo cuyas siglas concurrieron a las elecciones, ya que para adoptar su decisión exclusivamente personal de apoyar la moción de censura se ha utilizado el engaño y una evidente indisciplina", explicó. En este sentido, el secretario de Organización del PSOE en Andalucía denunció el "extraño cambio" de actitud de Isabel García Marcos y de los otros dos ediles en relación a Jesús Gil, al que "se ha venido enfrentando" durante muchos años, y agregó que las direcciones provincial, regional y federal del PSOE "no tuvieron" conocimiento alguno de los movimientos previos a la moción de censura.

Estas declaraciones de Luis Pizarro se han producido apenas unas horas después de que Isabel García Marcos, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Marbella y firmante de la moción de censura, dijera en una rueda de prensa que su partido "reaccionó con precipitación y con poco conocimiento de las cosas", pero "una vez que conozca la situación, bajará la presión, como ha hecho ya". En este sentido, García Marcos explicó que esa presión ya había bajado porque, entre otras cosas, su partido ni siquiera le ha notificado todavía la suspensión cautelar de militancia y la apertura de un expediente para expulsarla del partido , como venían amenazando desde el viernes José Blanco, secretario de Organización, y Álvaro Cuesta, secretario de Política Municipal del PSOE, apoyándose en el argumento de que la actitud de sus concejales va en contra del Pacto Antitransfuguismo.

Esta circunstancia parecía demostrar que el PSOE podía haber aprendido la lección tras la espantada de Eduardo Tamayo y Maite Sáez en la Asamblea de Madrid, el pasado 10 de junio. Estos dos diputados fueron expedientados de inmediato sin que el PSOE atendiera a razones, como reiteradamente pidió el propio Eduardo Tamayo, lo que cerró cualquier puerta a una posterior negociación interna para reconducir la situación. En el caso de Marbella, como reconoció la propia García Marcos, aún no le habían notificado su expulsión, lo que podría venir a demostrar que en el PSOE pretendían reconducir la situación de alguna manera. En este sentido, Isabel García Marcos también ha desvelado que ha pedido "amparo" a José Luis Rodríguez Zapatero y a Manuel Chaves para que "dejen de hacerse determinados comentarios" desde el PSOE y que ha solicitado a la Comisión de Ética de su partido que "investigue las presiones que hemos tenido en los últimos tiempos", a raíz de la moción de censura.

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