(Libertad Digital) Los productos perecederos que más se encarecen desde los mercados mayoristas hasta la venta al público son la patata y la cebolla, cuyo precio desde la red de mercas se triplica hasta llegar al consumidor, con un incremento del 264 y del 216 por ciento, respectivamente.
Según los datos recogidos por el Gobierno correspondientes a la semana del 20 al 26 de octubre y publicados por la agencia Europa Press, el precio que pagan los consumidores por las sardinas y los tomates también duplica al registrado en los mercas, con incrementos del 176 y del 102 por ciento, en cada caso. El kilo de tomate se paga en tienda a 2,45 euros, frente a los 1,21 euros que cuesta en los mercas, mientras que el kilo de sardinas sube desde 1,24 a 3,43 euros.
En este trayecto, destaca el incremento de precio de la clementina (122 por ciento), seguido del pimiento verde tipo italiano (98 por ciento), manzana (86 por ciento), pescadilla (83 por ciento), judía verde (79 por ciento), mejillón (76 por ciento), pera de agua (72 por ciento), y limón (65 por ciento).
Algunos productos suben más desde el origen hasta el merca
Frente a la tendencia generalizada de una mayor variación de precios desde los mayoristas hasta las tiendas, algunos alimentos frescos se encarecen más desde el origen hasta llegar a la red de mercas, como en el caso de las clementinas, las manzanas y las peras de agua.
El precio de las clementinas sube un 189 por ciento desde el árbol hasta la red mayorista, desde donde su precio aumenta un 122 por ciento hasta llegar al establecimiento comercial. En el caso de las manzanas y las peras, el precio desde el campo hasta los mercas crece un 170 y un 74 por ciento, frente a la variación del 86 y del 72 por ciento que experimentan desde la red a la tienda.