L D (EFE) La protesta, convocada por Trabajadores de la Administración Judicial (STAJ), CCOO, UGT y la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), pretendía denunciar la falta de personal de seguridad en los juzgados de El Prat, donde los sindicatos aseguran que en ocasiones son hasta cinco los detenidos que quedan bajo la custodia de tan sólo una pareja de agentes. La concentración se convocó tras la muerte de un policía nacional al que dos detenidos arrebataron el arma, aprovechando que su compañero había acudido a conducir ante el juez a otro arrestado, y lo mataron acribillándolo a balazos con su misma pistola.
Los manifestantes han permanecido durante una media hora en la calle Narcís Monturiol, donde se encuentran los juzgados de instrucción 1, 2 y 3 de El Prat, con pancartas en las que pedían una mayor seguridad en los edificios y mostraban su rechazo a su traslado al barrio Sant Cosme del municipio.
El delegado sindical de STAJ Raúl Navarro advierte de que la seguridad en los juzgados "no puede estar encomendada en exclusiva a empresas de vigilancia privada", ya que, a juicio del sindicato, éstas "sólo deberían estar para auxiliar a las fuerzas y a los cuerpos de seguridad". Los representantes sindicales no ocultan que la muerte del policía nacional ha sembrado la preocupación entre los funcionarios que trabajan en los juzgados de El Prat, donde es frecuente que se concentren grupos de familiares de detenidos, en su mayoría mujeres y niños, por si tienen ocasión de intervenir para ayudarlos a escapar.
El portavoz de UGT, Joaquín Vela, este sindicato ha criticado el proyecto de traslado de los juzgados de instrucción al barrio de Sant Cosme -sin duda el más conflictivo de El Prat- dentro de dos años, porque cree que de esa manera "no se va a garantizar la seguridad de los funcionarios".
Mientras tanto, la Policía Nacional, con la colaboración del resto de fuerzas de seguridad, sigue buscando a los dos fugitivos en el área metropolitana de Barcelona y la comarca del Garraf, donde se cree que vivió últimamente el autor material de los disparos, Julio N., y maneja la hipótesis de que ambos se han separado para dificultar su localización. En el barrio de Sant Cosme de El Prat, donde los detenidos abandonaron el turismo que habían robado a punta de pistola para huir, ha disminuido la vigilancia policial en las últimas horas ante la sospecha de que abandonaron la zona en un vehículo que les facilitó un familiar.
Los manifestantes han permanecido durante una media hora en la calle Narcís Monturiol, donde se encuentran los juzgados de instrucción 1, 2 y 3 de El Prat, con pancartas en las que pedían una mayor seguridad en los edificios y mostraban su rechazo a su traslado al barrio Sant Cosme del municipio.
El delegado sindical de STAJ Raúl Navarro advierte de que la seguridad en los juzgados "no puede estar encomendada en exclusiva a empresas de vigilancia privada", ya que, a juicio del sindicato, éstas "sólo deberían estar para auxiliar a las fuerzas y a los cuerpos de seguridad". Los representantes sindicales no ocultan que la muerte del policía nacional ha sembrado la preocupación entre los funcionarios que trabajan en los juzgados de El Prat, donde es frecuente que se concentren grupos de familiares de detenidos, en su mayoría mujeres y niños, por si tienen ocasión de intervenir para ayudarlos a escapar.
El portavoz de UGT, Joaquín Vela, este sindicato ha criticado el proyecto de traslado de los juzgados de instrucción al barrio de Sant Cosme -sin duda el más conflictivo de El Prat- dentro de dos años, porque cree que de esa manera "no se va a garantizar la seguridad de los funcionarios".
Mientras tanto, la Policía Nacional, con la colaboración del resto de fuerzas de seguridad, sigue buscando a los dos fugitivos en el área metropolitana de Barcelona y la comarca del Garraf, donde se cree que vivió últimamente el autor material de los disparos, Julio N., y maneja la hipótesis de que ambos se han separado para dificultar su localización. En el barrio de Sant Cosme de El Prat, donde los detenidos abandonaron el turismo que habían robado a punta de pistola para huir, ha disminuido la vigilancia policial en las últimas horas ante la sospecha de que abandonaron la zona en un vehículo que les facilitó un familiar.