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Ibón Muñoa, condenado a 33 años de cárcel por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco

La Audiencia Nacional ha condenado al ex edil de HB en Eibar (Guipúzcoa), Ibón Muñoa, a 33 años de cárcel por su complicidad en el secuestro y asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco, el 10 de julio de 1997, y a indemnizar con 500.000 euros a los padres de la víctima.

L D (EFE) La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional considera probado que Muñoa alojó en su casa a los autores del secuestro, los integrantes del "Grupo Donosti" de ETA –Irantxu Gallastegi, Javier García Gaztelu "Txapote" y José Luis Geresta–, y que conocía sus propósitos de secuestrar a un edil del PP.

La sentencia añade que el día en que se produjo el secuestro, del que Muñoa se enteró a través del comunicado que ETA difundió en Egin, "llegó a su vivienda y ya no encontró a los albergados. Lo que confirmaba que ellos habían llevado a cabo la privación de libertad del concejal y la muy alta probabilidad de que le dieran muerte", como así ocurrió 48 horas después.

Ampliación de la acusación, más condena

La Audiencia Nacional condena a Muñoa como cómplice de un delito de asesinato a 19 años, y a otros 14 por su complicidad en un delito de secuestro y fija en medio millón de euros la indemnización a los padres "por el gravísimo sufrimiento, que se deriva de las características de los hechos". La fiscal del caso, Olga Sánchez, pedía inicialmente 24 años y tres meses de prisión para Muñoa por cooperar en el secuestro, pero finalmente amplió su petición a 40 años al estimar que el ex edil de HB también cooperó en el asesinato.

La sentencia expone que, días antes del 10 de julio, los miembros del grupo terrorista informaron a Muñoa, quien los alojaba en su casa, de que "tenían como objetivo inmediato a un concejal del Partido Popular" y agrega que el condenado sabía que ello implicaba "no sólo la aprehensión del concejal", como le comunicaron, "sino también la alta probabilidad de un desenlace mortal". "Aceptando todo ello", Muñoa no sólo siguió alojándolos en su casa y facilitándoles el uso del automóvil, sino que además les llevó en su coche a Zarautz para que viesen un apartamento de sus padres.

Detalla que los miembros del grupo consideraron que el apartamento de Zarautz no era adecuado para el desarrollo del secuestro, pero decidieron utilizar el vehículo, que Muñoa se comprometió a estacionar en Eibar, en la calle Ardanza, cerca del apeadero del ferrocarril. Agrega que en ese momento, los miembros del grupo ya habían informado a Muñoa de que el objetivo era concejal de Ermua y trabajaba en la empresa Eman Consulting S.A., cuyo establecimiento es visible desde el exterior de Talleres Muñoa, donde trabajaba el acusado y que distaba del lugar de trabajo de Blanco unos 150 metros.

Explica que el día 9 Muñoa vio pasar por delante del establecimiento en que trabajaba a Geresta, "lo que le extrañó porque los liberados (a sueldo de ETA) no solían salir de casa, y que, cuando volvió a la vivienda, aquellos le dijeron que no habían podido llevar a cabo el secuestro porque el concejal, que ese día se había trasladado en coche y no en tren, no había aparecido.

Según el relato de los hechos, Muñoa conoció la captura de Blanco, que se consumó el día 10, por el comunicado difundido por Egin Irratia en el que ETA informaba de que el edil se hallaba en su poder y de que aparecería su cadáver si antes de las 16 horas del sábado 12 el Gobierno no trasladaba a los presos de la banda al País Vasco, y posteriormente llegó a su vivienda y comprobó que los miembros del comando ya no se encontraban allí. También considera probado que en agosto de ese año, Muñoa dejó víveres en su vivienda, "como los liberados (a sueldo de ETA) le habían indicado", que en septiembre y octubre los alojó de nuevo -época en la que debatió con García Gaztelu y Gallastegi sobre las consecuencias socio-políticas de la acción-, y que meses después acogió a Geresta en su casa.

La Audiencia Nacional establece que "objetivamente" Muñoa contribuyó a que los miembros del comando secuestrasen y matasen a Blanco facilitándoles su casa y su coche y que, "subjetivamente", el ex edil de HB conoció y aceptó el secuestro y supo, "por ser de dominio público en Euskadi", la "alta probabilidad" de que el secuestro desembocase en la muerte, por lo que considera que existe "al menos dolo eventual". Muñoa, que ya fue condenado en 2000 a diez años de cárcel por pertenecer a ETA y por falsificar documentos, admitió durante el juicio haber alojado al comando "por solidaridad" y dijo que no les denunció por "amistad".

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