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BBVA rebaja el optimismo de Sebastián y augura un crecimiento del PIB del 2,8 por ciento en 2006

El crecimiento español seguirá basado en 2005 y 2006 en el dinamismo de la demanda interna y recibirá un impulso adicional por la recuperación de Europa, según el Servicio de Estudios del BBVA, que pide una reforma laboral que reduzca la diferencia del coste de despido entre contratos temporales y fijos. Según sus cálculos, el Producto Interior Bruto (PIB) español aumentará el 3 por ciento este año y el 2,8 por ciento el próximo.

LD (EFE) En su último informe de coyuntura, el BBVA señala que el gradual fortalecimiento de la Unión Económica y Monetaria creará un clima más favorable para la inversión e impulsará las exportaciones, aunque, como las importaciones crecerán a tasas más altas, el sector exterior seguirá teniendo una aportación negativa al crecimiento y se mantendrá elevado el déficit por cuenta corriente.

Según sus cálculos, el Producto Interior Bruto (PIB) español aumentará el 3 por ciento este año y el 2,8 por ciento el próximo –el asesor económico del Gobierno, Miguel Sebastián, llegó a hablar el martes de un crecimiento del 3 y del 4 por ciento, respectivamente–, en un contexto de crecimiento mundial al alza y mantenimiento de "holgadas" condiciones financieras en Europa.
 
Optimista respecto al precio del crudo
 
El director del Servicio de Estudios del BBVA, José Luis Escrivá, incidió en que la evolución del petróleo supone un riesgo para estas previsiones, pero vaticinó una moderación de los precios, desde los más de 50 dólares actuales del barril de Brent a menos de 40 el próximo año. Escrivá opinó que la mayoría de los analistas sobrevaloran el efecto de China sobre el mercado de crudo y minimizó el riesgo de que la demanda mundial llegue a superar a la oferta, dadas las inversiones que se están acometiendo en diferentes regiones y la mejora de la eficiencia energética en la mayoría de países. Insistió en que la situación actual del mercado de petróleo no puede compararse a crisis anteriores y subrayó que, en el caso europeo, el impacto de la subida está muy atenuado por la evolución del euro.
 
La economía de la zona euro crecerá un 1,7 por ciento en 2005 y un 2,4 por ciento en 2006, apoyada en una consolidación de la inversión empresarial y en una moderación de los precios del crudo. Los analistas del banco confían que el actual entorno de ausencia de tensiones inflacionistas y de condiciones de financiación "extraordinariamente laxas" en la eurozona contribuya a que la economía española crezca por encima de la media europea en los próximos tres años.
 
Pide una reforma laboral urgentemente en España
 
En su análisis de la coyuntura española, el BBVA reseña que las positivas perspectivas para este ejercicio y el próximo representan una buena oportunidad para acometer reformas dirigidas a elevar la productividad, pues el actual modelo basado en el uso intensivo del empleo "tiene límites". A su juicio, "es particularmente necesaria" una reforma del mercado laboral que afecte a los mecanismos de fijación salarial y de entrada y salida del mercado. Respecto a los salarios, apuesta por vincular su evolución a la productividad y, para ello, propone potenciar el nivel empresarial de la negociación colectiva, que debería tratar asuntos como sueldo y jornada, y dejar para el nivel sectorial o geográfico los aspectos más generales.

El BBVA se muestra contrario a las cláusulas de revisión salarial y a ligar la evolución del salario mínimo a la inflación y, en otro ámbito, aconseja "reducir la diferencia entre los costes de finalización de contratos temporales e indefinidos".  En su informe, la entidad presta especial atención a la repercusión de la inmigración en la economía española y prevé que continúen llegando trabajadores extranjeros, al menos este año y el próximo.

Sobre el creciente déficit exterior de España, el BBVA espera que continúe la misma tendencia, pero lo atribuye, más que a una hipotética pérdida de competitividad de las exportaciones españolas debida a los precios, al descenso de la demanda en la mayoría de socios comerciales al tiempo que la española se mantenía fuerte.
 
Espera que España mantenga su diferencial de inflación con los países del área del euro en el entorno de un punto, con sendos crecimientos del 3 por ciento y del 2,8 por ciento, en 2005 y 2006, apoyados en el dinamismo de la demanda interna y en la gradual recuperación del crecimiento de la Eurozona, que creará un clima más favorable para la inversión e impulsará las exportaciones.

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