L D (EFE) Los cuatro estudios realizados por los institutos demoscópicos hechos públicos al cierre de los colegios coincidieron en conceder más de un 30 por ciento de los votos a la coalición socialista.
Las encuestas del "Alpha Research" otorgaban a los socialistas un 32,1 por ciento; "Sova Harris" un 30,7; "Scala" un 31,5 y "BBSS-Gallup" un 32,23 por ciento. A su vez daban a la hasta ahora gobernante Alianza Nacional Simeon II, del ex monarca búlgaro, algo mas del 20 por ciento de los sufragios (20,4; 21,1; 19,5 y 20,51 por ciento, respectivamente), lo que la sitúa a mas de diez puntos de la formación que habría ganado los sextos comicios legislativos desde la caída del comunismo.
Todos los sondeos coinciden en que la tercera fuerza política sería el Movimiento por los Derechos y Libertades que defiende los intereses de la minoría turca, y que alcanzaría entre un 10 y un 12 por ciento, convirtiéndose en el movimiento político decisivo para negociar posibles coaliciones gubernamentales.
La sorpresa electoral estaría en la novedosa formación ultranacionalista de izquierdas "Ataque", a la que se adjudican entre el 7 y el 8 por ciento de los votos, surgida recientemente y que ha conseguido arrastrar a gran parte del voto de protesta.
El parlamento búlgaro contará también con la presencia en su cámara baja de las conservadoras Fuerzas Democráticas Unidas (con entre el 7,5 y el 9 por ciento de los votos); los Demócratas por una Bulgaria Fuerte del ex primer ministro Ivan Kostov, con entre el 5,7 y el 7 por ciento, y la también conservadora Unión Popular Búlgara, con entre el 5 y el 7 por ciento de los votos.
Todos los sondeos coinciden igualmente en subrayar que la participación electoral en estos comicios ha sido la más baja desde la caída del comunismo en 1989 y que es difícil que supere el 55 por ciento del censo.
De confirmarse estos resultados, el presidente de Bulgaria, Georgui Parvanov, debería adjudicar al líder de la formación más votada, el joven socialista de 39 años Serguei Stanishev, el encargo de buscar alianzas para formar el nuevo gobierno, que tendrá, entre otras, la importante misión de conducir al país al ingreso en la Unión Europea.
Las encuestas del "Alpha Research" otorgaban a los socialistas un 32,1 por ciento; "Sova Harris" un 30,7; "Scala" un 31,5 y "BBSS-Gallup" un 32,23 por ciento. A su vez daban a la hasta ahora gobernante Alianza Nacional Simeon II, del ex monarca búlgaro, algo mas del 20 por ciento de los sufragios (20,4; 21,1; 19,5 y 20,51 por ciento, respectivamente), lo que la sitúa a mas de diez puntos de la formación que habría ganado los sextos comicios legislativos desde la caída del comunismo.
Todos los sondeos coinciden en que la tercera fuerza política sería el Movimiento por los Derechos y Libertades que defiende los intereses de la minoría turca, y que alcanzaría entre un 10 y un 12 por ciento, convirtiéndose en el movimiento político decisivo para negociar posibles coaliciones gubernamentales.
La sorpresa electoral estaría en la novedosa formación ultranacionalista de izquierdas "Ataque", a la que se adjudican entre el 7 y el 8 por ciento de los votos, surgida recientemente y que ha conseguido arrastrar a gran parte del voto de protesta.
El parlamento búlgaro contará también con la presencia en su cámara baja de las conservadoras Fuerzas Democráticas Unidas (con entre el 7,5 y el 9 por ciento de los votos); los Demócratas por una Bulgaria Fuerte del ex primer ministro Ivan Kostov, con entre el 5,7 y el 7 por ciento, y la también conservadora Unión Popular Búlgara, con entre el 5 y el 7 por ciento de los votos.
Todos los sondeos coinciden igualmente en subrayar que la participación electoral en estos comicios ha sido la más baja desde la caída del comunismo en 1989 y que es difícil que supere el 55 por ciento del censo.
De confirmarse estos resultados, el presidente de Bulgaria, Georgui Parvanov, debería adjudicar al líder de la formación más votada, el joven socialista de 39 años Serguei Stanishev, el encargo de buscar alianzas para formar el nuevo gobierno, que tendrá, entre otras, la importante misión de conducir al país al ingreso en la Unión Europea.