LD (EFE) En conferencia de prensa, el "Directorio Democrático Cubano" (DDC) presentó su último informe sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, basado en informes y denuncias enviadas desde la isla caribeña. El documento denuncia que desde que asumió provisionalmente el poder, Raúl Castro se ha esforzado por "militarizar las calles, reactivar las organizaciones de masas y grupos paramilitares disfrazados de sociedad civil, para agredir, repudiar, amenazar y discriminar a los que se atreven a demandar sus derechos".
Según el grupo del exilio cubano radicado en Miami, los actos de repulsa, las palizas en plena vía pública contra activistas de derechos humanos "son parte de esta realidad, sumados a los tratos crueles e inhumanos a los que son sometidos los prisioneros políticos y en muchas ocasiones sus familiares". Para el DDC, la capacidad represiva, "desplegada en toda su magnitud y horror en los primeros años de la revolución", es la misma que actualmente pone en vigor contra cientos de prisioneros políticos en las cárceles de Cuba.
Asimismo, el informe destaca que subsisten las "flagrantes violaciones" de los derechos a la libertad de expresión, reunión, y asociación en Cuba. La dictadura "castrista", explica, "encarcela y condena" sin las garantías del debido proceso a activistas de derechos humanos, periodistas independientes, bibliotecarios, sindicalistas independientes, y opositores, puntualiza el informe.
El directorio precisa que "mientras los medios de comunicación internacionales dan cobertura a la campaña por la sucesión de Raúl, en Cuba millones de personas sufren y resisten un sistema que no ha cambiado en su forma de imponer a la población sus designios, y que es capaz de matar por mantenerse en el poder". Desde finales de julio de 2006, dice, el régimen ha desplegado una fuerte campaña periodística para que "el mundo crea que se ha iniciado un proceso de cambio y que la represión ha disminuido. Los hechos demuestran lo contrario. En el último semestre de 2006 y en lo transcurrido de 2007 lo que ha primado dentro de Cuba ha sido una fuerte represión política contra activistas de derechos humanos y prisioneros políticos".