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Juan Manuel Rodríguez

¡Gana esta Vuelta chaval!

"Gregario": "Dícese del que en una comunidad o agrupación no se distingue de los demás en nada, y especialmente del soldado raso (...) Falto de ideas e iniciativas propias, que en todo imita a la mayoría". ¿Cuantas veces no nos habremos preguntado durante esta Vuelta Ciclista a España quién es exactamente Isidro Nozal? Los periodistas deportivos hemos tenido verdaderos problemas para ponerle un rostro entre tanto "gregario" como se mueve habitualmente por el pelotón ciclista internacional. El asunto es que en la Vuelta del año 2003, Isidro Nozal, un disciplinado "aguador" de ONCE Eroski, se ha rebelado contra su condición de tal. Colocado por las circunstancias en una determinada tesitura, Nozal nos ha demostrado a nosotros e incluso se ha demostrado a sí mismo que no es realmente quien él pensaba (un simple "gregario", un peón del ajedrez) sino otra cosa. Nozal sería algo así como el "Espartaco de la Vuelta", y Manolo Sáiz su particular Léntulo Batiato.

Pero es que en el ciclismo moderno uno está obligado a "carecer de ideas e iniciativas propias". Estamos hartos de ver cómo la estrategia de carrera se diseña pocas horas antes de que empiece la etapa. Todo está bajo control: el trayecto, a quiénes puede consentirse una escapada y a quiénes no, qué ciclistas pueden ganar al "sprint"... Absolutamente todo está "atado y bien atado". Y por ahí se está desangrando publicitariamente el espectáculo ciclista. En un momento tan complicado como el que atraviesa ONCE, (se rumorea que incluso los corredores están dispuestos a posar desnudos para una conocida publicación semanal) Sáiz –que está "dejándose la piel sobre el terreno de juego"– debe pensar que Igor González de Galdeano es más "exportable" que el desconocido Isidro Nozal. Pero... ¿qué hacer si Igor no puede con Isidro?... ¿Qué hacer si no hay nadie que pueda con Nozal?

El caso es que Isidro Nozal no es un rebelde en el sentido estricto de la palabra, sino un deportista profesional que ha roto en mil pedazos ese "ciclismo de laboratorio". Todo estaba bajo control hasta que llegó él y empezó a sentirse bien un día y otro y otro y otro más... Me parecen conmovedoras las declaraciones del ciclista a quien sólo falta exclamar "¡lo siento, yo nunca quise ganar esta Vuelta!". Lo mismo le ordenan parar como sucede a veces en las carreras de Fórmula Uno, pero no lo creo, ya es demasiado tarde para eso. ¡Corre "Espartaco", corre!... ¡Vuela sobre la bicicleta!... ¡Demuéstrales que jamás fuiste un "gregario"!... ¡Gana esta Vuelta chaval!


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