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Ignacio Villa

Ibarra desacredita a Zapatero

Las declaraciones del presidente extremeño Rodríguez Ibarra tienen, como casi siempre que habla este "viejo lobo" socialista, muchas lecturas pero con un sólo sentido. Esta vez, se trata de su propio partido. Ahora resulta que Ibarra pide a Aznar que no se vaya por el bien y la unidad de España. Dicho de otra forma, para uno de los "barones" con más peso específico del PSOE, Aznar es la clave del éxito, el verdadero guardián de la unidad de España. Y la pregunta, como es lógico, surge espontánea e inmediata:¿No le vale Zapatero al señor Rodríguez Ibarra? ¿O es que, para Ibarra, el futuro de España no está seguro con Zapatero?
 
Por lo que hemos podido escuchar, Rodríguez Ibarra ningunea a Zapatero. O lo que es peor, ya da como seguro que el líder socialista va a perder estrepitosamente las elecciones del próximo mes de marzo. Lo que está claro es que el subconsciente político le ha traicionado al presidente extremeño. Ha dejado aflorar sus verdaderos pensamientos e ideas. Para entender a Ibarra, no hay que leer entre líneas; es suficiente con leer los titulares. Para Ibarra, su secretario general no tiene liderazgo interno, ni tiene liderazgo nacional; además, Zapatero es incapaz de mantener el pulso político necesario para ser un buen defensor de la unidad de España ante el plan Ibarretxe; por último, para el político extremeño, Zapatero no es precisamente el candidato que el PSOE necesita para ganar unas elecciones generales. Estos "amores repentinos" del "viejo lobo" por Aznar tienen desde luego su morbo. Morbo por lo inesperado, y morbo por lo contundente.
 
De todas formas, si alguien tiene que tomar buen nota de lo dicho por Ibarra, es el propio Zapatero. El secretario general del PSOE, primer afectado por estas declaraciones, debería ser consciente de que el sentir del presidente extremeño no es una excepción entre militantes y dirigentes socialistas. Las formas endebles y pasteleras de Zapatero con Odón Elorza o con Pascual Margall son dos señas claras del poco carácter que tiene el líder socialista. "¡Si eso ocurre con los amigos, que será con los ajenos!", piensa más de uno, y más de dos, en la dirección socialista.
 
Y es que es evidente, para cualquier simple observador de la realidad política, que el presidente extremeño ha desacreditado brutalmente a Zapatero. Pedir públicamente desde las filas socialistas que siga el presidente Aznar por el bien de la unidad de España, tiene su "aquel". Es más, se trata de un duro golpe para el liderazgo de Zapatero, quien, como siempre, hará oídos sordos a lo dicho. No duden de que el secretario general del PSOE esconderá la cabeza debajo del ala. Su estrategia sistemática ante las dificultades. ¡Así le va!

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