Algo ha cambiado. Algo está pasando. Y además parece que de mucha importancia. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, ha hablado por primera vez sobre algo relacionado con los atentados del 11 de marzo. Y lo que es más llamativo, Alonso ha intervenido. Lo ha hecho cesando al teniente coronel Rodríguez Bolinaga, hasta ahora jefe de la Comandancia de Gijón.
Ciertamente no estamos acostumbrados a estas actitudes del ministro. Hasta ahora se ha dedicado a despejar balones, a estar a la defensiva y a huir de todo lo que fuera tomar decisiones. Desde su primera acusación al Gobierno del PP sobre la imprevisión política de los atentados del 11 de marzo hasta su actitud de pasar de puntillas sobre todas las investigaciones periodísticas, Alonso ha cometido un error tras otro, y ha dejado en evidencia su propio trabajo de dirección.
Alonso no ha dado pie con bola en la investigación del 11-M, y la primera vez que ha aparecido en escena ha sido para destituir a un teniente coronel de la Guardia Civil. Esa destitución es el síntoma más claro de que estamos ante una mínima muestra de lo que hay detrás de todo esto. Con esta destitución fulminante, es evidente, que Alonso pretende parar el golpe de lo que se le viene encima; pero quizá no se ha dado aún cuenta de que con su reacción está reconociendo todo el mar de fondo que existe en esta historia de la Guardia Civil de Asturias.
Alonso ha ejecutado un cese pensando que va a cerrar la polémica, pero que no se engañe. Primero, las responsabilidades no han terminado de depurarse. Segundo, este intento por frenar la polémica deja en evidencia que aquí hay conexiones con el 11 de marzo que deberán ser investigadas.
Las torpes estrategias de Alonso hacen que, incluso cuando toma decisiones, deje pistas sobre sus verdaderas intenciones. A este hombre le falta definitivamente mucho recorrido político. Estamos ante un primer boceto de lo que puede venir. Y es que lo que nos espera va a ser un auténtica avalancha. Por el momento, la destitución de Rodríguez Bolinaga no es suficiente.