Probablemente sea cierto que el Atlético de Madrid tenga más agujeros que el
Prestige, pero el único que no puede reconocerlo públicamente es su entrenador, César Ferrando. Es la segunda vez en poco tiempo que nos vemos en la obligación de interpretar lo dicho por el técnico valenciano. Primero dijo que el Atlético ya no era un "grande de España", y ahora -a propósito de las filtraciones acerca del fichaje de Richard Núñez- afirma que el club tiene más filtraciones que el Prestige. Esto último parece que lo dijo en un "tono de broma", pero lo cierto es que el Atlético está para pocas bromas, y el primero que debería saberlo es el propio Ferrando.
Prestige, pero el único que no puede reconocerlo públicamente es su entrenador, César Ferrando. Es la segunda vez en poco tiempo que nos vemos en la obligación de interpretar lo dicho por el técnico valenciano. Primero dijo que el Atlético ya no era un "grande de España", y ahora -a propósito de las filtraciones acerca del fichaje de Richard Núñez- afirma que el club tiene más filtraciones que el Prestige. Esto último parece que lo dijo en un "tono de broma", pero lo cierto es que el Atlético está para pocas bromas, y el primero que debería saberlo es el propio Ferrando.
El Atlético empieza a poder con Ferrando. El hombre que se iba "de cañas" con sus jugadores en el Albacete, conocido por su fama de psicólogo y líder del vestuario, admite ahora que está más triste, que ha perdido la alegría. No es para menos. El Atlético está más cerca del descenso a Segunda División que de la Copa de la UEFA, continúa sin centrarse y no ha habido dos domingos seguidos en los que haya jugado bien al fútbol. Ferrando no ha conseguido hacer un equipo, y si anteriormente la dependencia de Torres era muy grande, ahora es total y absoluta. Sin Torres, el Atlético es sólo medio Atlético. Otra asignatura que tendrán que aprobar en septiembre. Si a todo eso le sumamos que hay un sector importante del vestuario que piensa que con Ferrando no van a ningún sitio y que la afición empieza a cuestionarse seriamente la ampliación del contrato del entrenador, apaga y vámonos.
Ferrando ha sido, si cabe, más inoportuno que Petón, representante de Torres, con la notable diferencia de que Petón juega con pólvora ajena y es consciente de que tiene un cheque en blanco en su poder, mientras que Ferrando parece un bombero pirómano tratando de apagar el fuego con un bidón de gasolina. El sábado, el Atlético recibe al Albacete en el estadio Vicente Calderón. Dicen que esa es la fecha límite que le ha puesto Enrique Cerezo a César Ferrando y que, en caso de derrota, será inmediatamente cesado. Otra filtración más que añadir a las anteriores.
