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Ignacio Villa

La dictadura del silencio

El presidente del Gobierno está faltando a uno de los principios básicos de la democracia: informar al Parlamento y a los ciudadanos de cualquier movimiento de contacto con el terrorismo

Y después dirán que exageramos. El anuncio simultáneo realizado desde Madrid y Vitoria nos pone –de forma inflexible– en el camino de la realidad. El presidente del Gobierno está metido de lleno en un proceso de conversaciones y de contactos con el mundo nacionalista y con todo el entorno etarra. Este silencio delator explica, sin concesiones, que el presidente del Gobierno está dispuesto a ceder lo que haga falta ante el terrorismo a cambio del chantaje y del pacto bajo cuerda.
 
No es concebible que el presidente del Gobierno reciba al jefe del Gobierno vasco, dos días después de que Ibarretxe recibiera a los terroristas de Batasuna, y que aquí nadie informe a la opinión pública. Esto ya no es un apagón informativo, es mucho más. Estamos ante una auténtica dictadura del silencio.
 
Todos somos conscientes que cuando dos políticos mantienen un encuentro importante, no se informa de todo el contenido. Una cosa es esa actitud prudente y discreta; y otra muy diferente es echar el cerrojazo a cualquier información sobre esa conversación política. ¿Cómo nos van a convencer a los ciudadanos españoles que Zapatero e Ibarretxe no tienen un plan pactado para el País Vasco? ¿Quién se va a creer al presidente del Gobierno cuando dice que no han hablado con ETA? ¿Alguien se va a tragar que este Ejecutivo no tiene acordado con Batasuna un cambio de cromos?
 
Después de conocer que el Ejecutivo no quiere informar de su encuentro con Ibarretxe, queda más que contrastada la evidencia de que Zapatero se ha metido en un jardín altamente peligroso. El presidente del Gobierno está faltando a uno de los principios básicos de la democracia: informar al Parlamento y a los ciudadanos de cualquier movimiento de contacto con el terrorismo. Zapatero no puede hacer de su capa un sayo. Y este silencio impuesto es definitivo para saber cual es su verdadera actitud.

Este silencio es sobrecogedor, es la delación de una conducta peligrosa y dañina para una sociedad democrática. Zapatero se mueve entre unos equilibrios ciertamente peligrosos; y no se puede olvidar que no esta en juego simplemente su vida política, está en juego el futuro de España.

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