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Ignacio Villa

El pim-pam-pum de Simancas

Lo del pobre Simancas es una desgracia para su propio partido. A la ineptitud hay que añadir la poca fortuna y la nula oportunidad.

Supongo que tener a Rafael Simancas como adversario político es muy cómodo. Nunca tanta ineptitud se ha podido visualizar de forma tan clara en la gestión parlamentaria. El “líder” de los socialistas madrileños, no sólo no levanta cabeza, ahora se dedica a desbarrar sin freno y con el abandono absoluto del sentido común.
 
De Rafael Simancas ya no nos sorprende nada. Es un político inhabilitado desde el momento en que se agarró a aquella "siniestra" operación inmobiliaria que decía ser el motivo del "tamayazo" en la Asamblea de Madrid. Años después, Simancas ha sido incapaz de demostrar aquellas acusaciones. Y lo único que podemos confirmar es que es un experto en encender el ventilador para esparcir la propia porquería. Esas son la maneras de este hombre en algo que algunos entienden por política.
 
La última de Simancas es para nota. Es más, la acusación ha provocado la sorna en el Partido Popular; pero ha causado estupor en el propio Partido Socialista. Dice el secretario general de los socialistas madrileños –al menos por ahora– que Esperanza Aguirre ha cometido una desobediencia sin precedentes en una Comunidad Autónoma, para añadir más tarde que "ni Ibarretxe ha cometido ese desafío". Pueden estar seguros que esta "gracieta política" no ha gustado nada en Moncloa donde están mimando al político vasco con el pacto con ETA como asunto de fondo.
 
Lo del pobre Simancas es una desgracia para su propio partido. A la ineptitud hay que añadir la poca fortuna y la nula oportunidad. El político socialista se ha creído que con dar unos "titulares sonoros" consigue algún efecto. Pura ingenuidad. Simancas se está convirtiendo en el "pim-pam-pum" de propios y ajenos. Y es que ya no sabe como llamar la atención.
 
El líder socialista madrileño se ha lanzado como una jauría contra los propios madrileños. Simancas apoyando a Montilla está privando a los ciudadanos de su propia Comunidad la posibilidad de disfrutar de una mayor oferta de televisión exclusivamente por motivos políticos. Madrid quiere los mismos derechos que el resto de Comunidades Autónomas; pero Simancas parece que prefiere atacar a los ciudadanos a los que debería defender. Y es que no sabe como hacer méritos para permanecer en su puesto. Se ha acostumbrado a la salida de tono permanente y de esta forma se queda sin ningún recorrido. El sabrá lo que hace.

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