
Aunque el invierno está a punto de terminar, todavía se siguen mostrando los últimos coletazos de frío intenso en España, sobre todo durante la noche. Por ello, si un coche "duerme" en la calle, su interior estará muy frío a la hora de cogerlo por la mañana y tardará un buen rato en ajustar su temperatura. A raíz de esto, es muy común que muchas personas no quiten las prendas de abrigo a sus hijos para llevarlos al colegio en coche, ya que hace frío y, generalmente, es un trayecto corto. Sin embargo, esta acción supone un gran peligro para la salud de los menores.
En primer lugar y siguiendo la ley, se debe saber que, los niños que midan menos de 1,35 metros de altura deben llevar por norma un sistema de retención infantil homologado a la hora de iniciar un trayecto en coche. A su vez, se recomienda que este tipo de sillas de coche sean utilizadas hasta que el menor alcance los 1,5 metros de altura.
Para que estos aparatos cumplan con su función de seguridad, es clave comprobar que están bien ajustados para que el pequeño quede correctamente sujeto. En caso de que este lleve puesto un abrigo u otro tipo de ropa ancha, se estaría añadiendo centímetros de holgura a los cinturones y arneses, reduciendo su capacidad de retención en caso de accidente.
El efecto submarino
Desde la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI), han explicado a los padres y tutores legales de niños pequeños la extrema importancia de cumplir con esta recomendación. Uno de sus miembros, Elena Muñoz, ha afirmado que "la holgura en cinturones y arneses aumenta la posibilidad de que se produzca el llamado ‘efecto submarino’, es decir, que el cuerpo se deslice por debajo de la banda horizontal, haciendo que el niño choque contra el respaldo del asiento delantero u otro elemento del vehículo, lo que podría provocarle graves lesiones".
El #cinturón te protegerá correctamente sin "efecto submarino" si no lo llevas holgado o mal ajustado. Úsalo bien ▶️https://t.co/jdDt13Gxgl pic.twitter.com/8MhJQRYHY0
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 9, 2017
También, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha hecho referencia al efecto submarino, afirmando que un deslizamiento por debajo del cinturón con su consecuente impacto contra el objeto que se encuentre delante puede producir lesiones en la espalda o la pelvis, roturas del fémur o de la cabeza del fémur e incluso hemorragias internas graves. Además, otras acciones muy extendidas en el coche como viajar con los pies en el salpicadero puede propiciar la aparición de este efecto.


