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Las claves de la DGT para comprar un coche de segunda mano

La edad aumenta el riesgo de fallos en el vehículo y estos son algunos pasos importantes para detectarlos antes de realizar la compra.

La compra de vehículos de segunda mano se ha popularizado durante los últimos años | Pexels/CC0/Negative Space

Durante los últimos años, el sector automovilístico ha notado un amento de los precios que ha ocasionado que la compra de vehículos de segunda mano se posicione como un mercado al alza. Según el último barómetro del Grupo Autónomo Nacional de Vendedores de Automóviles, Camiones y Motocicletas (GANVAM), en 2024 se vendieron un total de 2.114.396 coches de segunda mano. Hay que tener en cuenta que es un ámbito de compraventa en el que hay que tener precauciones y, por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha compartido sus claves para lograr una adquisición segura y evitar posibles estafas.

Antes de nada, la persona compradora debe tener muy claro para qué va a necesitar el vehículo: con qué frecuencia se le va a dar uso, cuántos pasajeros va a llevar de manera general o a qué tipo de terreno se le va a someter. Además, es importante que tenga establecida por lo menos una estimación del dinero que está dispuesto a gastarse. A su vez, como en cualquier otra compra, resulta muy recomendable tener varias opciones, que podrá consultar en portales de compraventa de vehículos, foros especializados, concesionarios de segunda mano o incluso redes sociales.

Pasos para detectar posibles fallos

Una vez seleccionado el vehículo que más se ajusta a las necesidades del comprador, se debe solicitar el historial del mismo, mediante la DGT o empresas especializadas. De esta forma, se verifica el número de propietarios anteriores o de accidentes reportados, entre otros datos.

Posteriormente, se procederá a hacer una revisión del estado general del vehículo. En el interior, se comprobará el estado de los asientos y, sobre todo, el desgaste de los pedales, que dará más información sobre su kilometraje real. En la parte exterior, el comprador debe buscar signos de óxido, abolladuras o roces, examinando diferencias de color en alguna pieza de la carrocería, lo que podría indicar un golpe en esa zona y su posterior repintado.

Después de todo este proceso, lo más importante es realizar una prueba de conducción de forma obligatoria, sabiendo que, si el vendedor no está por la labor, significa un motivo claro para desconfiar. En esta prueba, se debe comprobar el estado del motor, los frenos, la dirección y la suspensión. En caso de no contar con la suficiente experiencia, es aconsejable contratar a un mecánico profesional para que dé su opinión, ya que no se debe escatimar para evitar posibles problemas a futuro.

Cómo detectar un cuentakilómetros trucado

Algunos vendedores desleales pueden trucar el odómetro para bajar la cifra de kilómetros realizados y así elevar el precio del vehículo, por ello, no está de más seguir ciertas recomendaciones para poder asegurarse de que no ha sido así. Según ha comentado la DGT, existen varios métodos para comprobar el kilometraje real. En primer lugar, se debe revisar la documentación y uno de los papeles más fiables es el que se entrega en la ITV. En él, no aparece de manera específica el número de kilómetros, pero refleja si existe una correlación lógica entre este y el tiempo de antigüedad del vehículo.

Por otro lado, además de las comprobaciones rutinarias comentadas previamente como el estado del motor, los pedales o los asientos, lo más recomendable resulta solicitar un informe a la propia DGT, que ofrece hasta siete tipos diferentes: reducido, completo, de datos técnicos, de cargas, de vehículos a nombre del interesado, de vehículos sin matricular y de titularidad de vehículos.

Compra y garantía

Si tras realizar todas las comprobaciones pertinentes el comprador ha quedado convencido, es momento de preparar el permiso de circulación, la ficha técnica donde figure la ITV realizada, los carnés de identidad de vendedor y comprador y el contrato de compraventa. Tras reunir estos documentos, ambas partes podrán oficializar la transacción en una gestoría o en una jefatura provincial de tráfico.

Por último, es muy importante conocer los detalles de la garantía, que, por ley, es mínimo de un año, aunque puede ser ampliable a dos. Por supuesto, se debe conocer qué aspectos cubre esta garantía y, sobre todo, quién la ofrece, ya que puede ser la propia marca si el vehículo tiene pocos años de antigüedad.

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