Cataluña sólo ha realizado 28 test Prionics frente a los 9.497 de Galicia

Según ha publicado este domingo el diario “El Mundo”, el Ministerio de Agricultura, baraja la posibilidad de que, la escasez de test obedecería a una estrategia del Gobierno de la Generalitat para reducir al máximo las posibilidades de verse salpicados por casos de vacas locas. Estaría, en este caso, promoviendo entre los ganaderos los sacrificios voluntarios de reses para su destrucción a cambio de indemnizaciones, como contempla otra de las medidas aprobadas que, a diferencia de la opción de la comercialización de la carne, evita someter a un análisis las muestras del animal.

Por lo que a menos sacrificios en mataderos, menos test y menos probabilidad de incluirse en el listado de comunidades afectadas.
Cataluña, con una cabaña ganadera de vacuno de casi 700.000 cabezas, sólo ha realizado 28 test, la cifra más baja de toda España, superada por comunidades como Baleares, con tan sólo 54.000 vacas, o Canarias, con 16.500, que han analizado 62 y 127 muestras, respectivamente. La diferencia se hace abismal con otras regiones que, teniendo muchas menos reses que Cataluña, como País Vasco (186.000) o Asturias (469.000) han hecho muchos más test: 1.223, los vascos, y 1.139, los asturianos.

Galicia, con poco más de un millón de vacas, ha hecho ya casi 9.500. Ambas son también la prueba de que el que busca encuentra, porque ambas son las dos comunidades con más casos de vacas locas: nueve gallegas y cuatro castellanoleonesas, en total 13 de las 17 de todo el país.

Galicia podría sumar otra vaca enferma más, a las nueve que ya presenta, si se confirma el caso de una nueva vaca sospechosa de padecer la EEB, tras dar este sábado positivo en el test Prionics. Si se comparan los datos con porcentajes, los 28 test de Cataluña se traducen en el análisis de una vaca por cada 24.000 de su cabaña. La proporción en Galicia es de nueve por cada 1.000, en Canarias es de más de siete por cada 1.000, en Cantabria (1.530 test) es de cuatro por cada 1.000 y en Castilla y León es de casi tres por cada 1.000.