El Gobierno ha aprobado una nueva estructura del Ministerio de Justicia que incluye, entre otras modificaciones, la supresión de la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, cuyas funciones, a partir de ahora, serán desempeñadas por la División de Derechos de Gracia y otros Derechos que dirige la Subsecretaría de Justicia.
La noticia ha suscitado indignación en distintos sectores. El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, ha calificado la decisión de "bastante triste" y ha calificado de "vergonzosa" la "doble moral" del PP.
Bastante más claro ha sido Gaspar Llamazares, indignado con el ministro. En declaraciones a Europa Press, el diputado y exlíder de IU ha acusado a Gallardón, literalmente, de tener "la sensibilidad de una almeja".
Según el diputado, con esta medida demuestra una "absoluta insensibilidad" con la memoria democrática y las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, a las cuales, según sus palabras, trata como si fueran "de tercera regional".
"Hay víctimas que merecen la verdad, la justicia y la reparación, y otras que no merecen ni una mesa ni un teléfono", ha denunciado el parlamentario de IU, para quien Gallardón está demostrando "de nuevo" que es "un puño de hierro envuelto en guante de seda". Lo ocurrido, ha sentenciado, es un "escándalo".