El incendio que desde el pasado domingo ha quemado casi 14.000 hectáreas en Gerona se ha dado por estabilizado tras los trabajos de extinción realizados durante la noche, según ha informado este martes el delegado de la Generalidad en la provincia, Eudald Casadesús.
Desde el centro de mando del operativo en Figueras, Casadesús ha destacado que la elevada humedad relativa del aire y el descenso de las temperaturas han permitido mantener "en fase de control" el fuego, que ha causado la muerte de cuatro personas.
La situación en la parte oriental del incendio apenas presenta problemas y casi todos los efectivos trabajan en la occidental, junto al embalse de Boadella, que es la que concentra mayor peligro.
En el "punto crítico"
Los bomberos siguen trabajando para extinguir el incendio del Ampurdán en el "punto crítico" entre Boadella y Terradas, y pese a que el incendio está en fase de control, piden a los vecinos que eviten "hacer de curiosos" para ver los efectos de las llamas y dejen libres las carreteras y caminos para que los efectivos puedan trabajar.
En declaraciones a los periodistas, el delegado del Gobierno en Gerona, Eudald Casadesus, ha explicado que se han reducido los efectivos desplegados y que ahora están trabajando 50 dotaciones terrestres, seis medios aéreos, y dos columnas de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Sobre el estado de los heridos, ha explicado que uno sigue muy crítico en la unidad de quemados del Hospital de Vall d'Hebrón con el 75% del cuerpo quemado, mientras que otros tres han mejorado, así como la madre y el hijo hospitalizados en el Trueta de Gerona.
Unas 140 dotaciones de los Bomberos y un millar de efectivos trabajaron durante toda la noche, en la que el perímetro no ha crecido y continúa siendo de unas 13.900 hectáreas.