Anorgasmia: qué es, causas y cómo tratarla

Cuando uno tiene relaciones sexuales es para buscar el placer y, como final más placentero está el orgasmo. Este es una experiencia que pueden vivir todas las personas, tanto hombres como mujeres, pero todavía hay personas que pueden haber experimentado el placer y haber dejado de hacerlo o nunca haberlo experimentado por diferentes motivos. La anorgasmia es un trastorno que afecta a la sensación de placer durante la vida íntima. Habitualmente es más común en mujeres pero los hombres también la sufren.

Pero, ¿en qué consiste la anorgasmia? Esta es una disfunción sexual que se caracteriza por la dificultad persistente o recurrente para alcanzar el orgasmo durante la actividad sexual, incluso cuando hay una estimulación adecuada. Este trastorno puede generar frustración, angustia y problemas en la vida íntima y emocional de quien lo padece. La anorgasmia puede clasificarse en varios tipos según su origen y manifestación. Por ejemplo:

• Primaria: cuando una persona nunca ha experimentado un orgasmo en su vida.
• Secundaria: cuando alguien que solía alcanzar orgasmos deja de poder hacerlo.
• Situacional: ocurre solo en ciertas circunstancias, como con una pareja específica o en ausencia de un tipo de estimulación.
• Generalizada: afecta en todas las situaciones, independientemente del entorno o la estimulación.

Cuando se habla de anorgasmia o ausencia de orgasmos, a menudo se piensa sólo en la mujer pero no siempre es así. De hecho, aunque es un trastorno mucho más frecuente en mujeres, alrededor de 20 - 25% en todos los grupos de edad, con un importante incremento de hasta el 40 - 42% a partir de la menopausia, en los hombres es una entidad que tiene bastante relevancia. Los datos hablan por si solos y es que, entre un 6% y un 11% de las mujeres nunca han tenido un orgasmo. Por su parte, en los varones podría alcanzar un porcentaje de un 8% a lo largo de todas las edades y a partir de la adolescencia. Es importante señalar que, al igual que entre las féminas, la anorgasmia masculina aumenta con la edad.

¿Qué no es anorgasmia?

Hay que tener muy claro que la anorgasmia es un trastorno sexual pero no es que, de manera puntual, no se logre llegar al orgasmo por motivos como cansancio, convalecencia o estrés. En el caso de los hombres, tampoco se sufre anorgasmia si no se logra un orgasmo teniendo disfunción eréctil y tampoco hay que preocuparse si solo se logra el clímax bajo ciertas circunstancias como puede ser en un clima de confianza o tras una estimulación física y psicológica, en muchos casos.

Tampoco hay que pasar por alto que, en general, muchas mujeres no experimentan el orgasmo sin estimulación clitoriana directa, lo que descarta el coito convencional como detonante del orgasmo y no por ello sufren anorgasmia. Otras mujeres, en cambio, sí pueden experimentar el clímax por estimulación indirecta del clítoris durante el coito cuando este tiene lugar en determinadas posturas. Ambos casos son completamente normales.

Pero también, tanto en el caso de los hombres como de las mujeres, es importante diferenciar la anorgasmia de la ausencia de deseo y, a su vez, desvincular la ausencia de deseo de la atracción sexual porque son procesos diferentes desde el punto de vista neurológico. Solo se debería hablar de anorgasmia cuando existe deseo y estimulación adecuada. El hecho de sentir placer no descarta un problema de anorgasmia en hombres o en mujeres.

¿Por qué sucede la anorgasmia?

Las causas de la anorgasmia son complejas y pueden ser físicas, psicológicas o incluso culturales. Entre las causas físicas, destacan:

• Dolor o incomodidad durante el sexo: Condiciones como el vaginismo o la sequedad vaginal pueden dificultar el placer sexual.
• Problemas médicos: Enfermedades como la diabetes, trastornos hormonales, esclerosis múltiple o lesiones en la médula espinal pueden afectar la sensibilidad y respuesta sexual.
• Problemas ginecológicos: La anorgasmia también puede ser causa de algunos tipos de cirugía como la histerectomía o aquellos procedimientos que tratan el cáncer. La incomodidad o el dolor en las relaciones sexuales también puede influir.
• Medicamentos: Algunos antidepresivos, ansiolíticos o medicamentos antihipertensivos pueden interferir con la capacidad de alcanzar el orgasmo.
• Alcoholismo y tabaquismo: El alcohol puede llegar a ser un problema para alcanzar el clímax, al igual que el tabaco, ya que limita el flujo sanguíneo hacia los órganos sexuales.
• Envejecimiento: La aparición de la menopausia puede tener un efecto sobre la sexualidad a causa de la disminución de los niveles de estrógeno, los sudores y los cambios de humor.

En cuanto a las causas psicológicas, factores como el estrés, la ansiedad, la depresión o experiencias traumáticas previas pueden bloquear la capacidad de disfrutar plenamente del acto sexual. Además, creencias culturales o religiosas restrictivas sobre la sexualidad pueden generar sentimientos de culpa o vergüenza que inhiben el orgasmo. No obstante, la anorgasmia también puede estar relacionada con la falta de conocimiento del propio cuerpo. Hay que tener en cuenta que muchas personas, especialmente mujeres, no exploran ni entienden qué tipo de estimulación prefieren, lo que dificulta alcanzar el orgasmo.

Síntomas de la anorgasmia

¿Quién experimenta un orgasmo lo sabe? Desde el punto de vista fisiológico, se observan contracciones genitales que, si no existen lesiones neurológicas o conflictos emocionales, van acompañadas de oleadas de placer intensas, de unos segundos de duración en el caso de los varones, y con posibilidad de repetirse o mantenerse sin un periodo refractario cuando se habla de personas con clítoris. Cuando esas contracciones no se acompañan de placer o si no llegan a aparecer pero si hay deseo o excitación, se puede hablar de anorgasmia.

Pero además es frecuente que la anorgasmia se acompañe de sensaciones como la angustia o la frustración si el problema se mantiene en el tiempo. Estos sentimientos no hacen más que cronificar el problema cuando su origen no es una lesión neurológica o un daño severo en la zona genital. Sin embargo, en ocasiones hay gente que puede experimentar unos orgasmos, que si bien están presentes, sí es cierto que pueden ser tan leves que incluso pueden llegar a hacer pensar que no existen y por ende hacer creer que se pudiera padecer de anorgasmia.

¿Qué es la anorgasmia masculina?

Para describir qué es y cuáles son los signos de la anorgasmia masculina es importante distinguir entre eyaculación y orgasmo. Por lo general, ambas situaciones se producen a la vez pero no siempre es así. De hecho, cuando un hombre padece anorgasmia puede llegar a eyacular sin alcanzar el orgasmo ni tener placer. Por otra parte, hay que indicar que hay otro tipo de problemas sexuales en el hombre como la anaeyaculación, en la que además de no llegar al orgasmo, tampoco puede eyacular.

Qué causa la anorgasmia en el hombre

La raíz de este problema habría que buscarla tanto entre las causas puramente físicas como entre las causas o los aspectos más psicológicos. De hecho, entre los varones más jóvenes cobran más importancia las causas de origen psíquico que problemas físicos. Esto es así porque entran en juego factores como la inmadurez sexual, el descubrimiento de la sexualidad, las dudas acerca de su orientación sexual o su autopercepción o la ansiedad. Otros factores que influyen en la falta de orgasmos en el hombre están relacionados con hábitos de vida estresantes, con dedicar poco tiempo a la diversión, la falta de descanso, problemas laborales, la represión cultural o, incluso, con costumbres o tradiciones extremistas.

Además, al igual que en las mujeres, la toma de algunos medicamentos también puede relacionarse con la disminuir, el retraso o la pérdida de sensación orgásmica, como son antidepresivos, opiáceos, antipsicóticos, antihistamínicos o antihipertensivos. También, entre los tóxicos que pueden producir anorgasmia se encuentran, sobre todo, el consumo de heroína y el alcohol.