¿Qué puede significar mucho sudor al dormir?
Dormir y descansar es una necesidad vital de hombres y animales. No siempre se descansa bien. El sudor a veces es molesto, ¿Qué significa?
Despertarse en mitad de la noche empapado en sudor es una situación realmente habitual y, en la mayoría de casos, no se trata de nada grave, aunque sí muy molesto e incómodo. El motivo es que, quien lo padece, puede verse obligado a despertarse a media noche para cambiarse de ropa o ducharse para intentar conciliar el sueño de nuevo. Esto es algo bastante frecuente, de hecho, hasta un 34% de adultos pueden tener sudores nocturnos.
En principio, no tiene por qué ser nada preocupante y tiene numerosas posibles causas, si fuera hiperhidrosis, o lo que es lo mismo, sudoración excesiva generalizada o localizada, diurna o nocturna no es nada grave. De hecho, el sudor es importante para equilibrar la temperatura corporal permitiendo que el calor se evapore por la pie. No obstante, aunque lo normal es que este signo no refleje ninguna enfermedad, en determinados casos puede enmascarar alguna enfermedad o problema oculto, siempre que se acompañe de otros síntomas.
Pero no hay que olvidar que dormir bien es vital para la salud, por eso puede preocupar esas cosas que impiden tener un sueño plácido y continuado. Una de ellas es la sudoración nocturna. No hay que olvidar que sudar es una respuesta de supervivencia para enfriar el cuerpo, si uno está habituado a hacer ejercicio con regularidad, su organismo está acostumbrado a una respuesta rápida en situaciones en las que tiene que refrigerar y se activa con más facilidad. Pero, ¿Por qué puede darse una sudoración nocturna excesiva?
El sudor nocturno por lo general es completamente normal y responde a una necesidad de eliminar calor corporal. Esto puede responder a situaciones normales como aumento de la temperatura por estar excesivamente abrigados, calor ambiental o incluso factores emocionales como estar en una pesadilla.
Causas del excesivo sudor nocturno
- Hace demasiado calor en la habitación: Si la temperatura de la habitación supera los 15°C a 21°C, entonces hace demasiado calor. Esto es importante ya que no solo hará sudar, sino que sentir demasiado calor también puede impedir conciliar el sueño. El motivo es tan sencillo como que en el proceso de conciliar el sueño, la temperatura corporal debe descender uno o dos grados, pero no puede hacerlo en una habitación caliente.
- La cama podría ser la causa: El problema puede estar en la forma de dormir. Las sábanas, las almohadas y el colchón pueden ser la causa de que haya sudor por la noche. Es importante buscar sábanas refrescantes o reguladoras de la temperatura para evitar despertar empapado.
- Demasiado abrigo: Los tejidos menos transpirables, como la franela, también pueden ser causa de esas noches sudorosas. En su lugar, es mejor optar por el algodón transpirable, tanto para los pijamas como para las sábanas.
- Se tienen pesadillas: Las pesadillas provocan una respuesta de lucha o huida que puede provocar sudoración. Así que si se suelen tener pesadillas frecuentes, sería bueno hablar con un especialista para entender la causa de fondo.
- Se hace ejercicio poco antes de irse a la cama: Hacer ejercicio cerca de la hora de acostarse puede aumentar el ritmo metabólico, lo que puede hacer que se sienta más calor por la noche. Por ello, es mejor entrenar unas dos horas antes de irse a la cama.
- Se consume alcohol: Puede que parezca que una copa nocturna es una buena forma de relajarse, pero si se empieza a sudar, es mejor saltarla. El motivo es que el alcohol dilata los vasos sanguíneos de la piel, lo que puede provocar sudoración.
- Sensibilidad ante la comida picante: Ciertos alimentos picantes que contienen capsaicina, que activa los mismos nervios que hacen sentir calor, por lo que se empieza a sudar como forma de refrescarse. Por ello, es mejor evitar este tipo de alimentos cerca de la hora de acostarse.
- Antidepresivos: Ciertos tipos de antidepresivos pueden provocar una reacción adrenérgica, que tiene que ver con los niveles de adrenalina, y provocar sudoración. Si no se quiere cambiar los antidepresivos, se pueden tomar fármacos que calmen la producción adrenérgica y no contrarresten el efecto de los otros medicamentos.
- Ansiedad: El aumento de la sudoración puede ser un síntoma físico de la ansiedad, provocada por una respuesta de lucha o huida. Las hormonas del estrés aumentan el gasto energético y se libera sudor para enfriar la temperatura corporal. Si uno se siente tenso o inquieto antes de acostarse, hay que intentar relajarse antes de dormir para aliviar estos sentimientos de estrés.
- Apnea del sueño: En el caso de la apnea del sueño, los episodios de interrupciones en la respiración pueden desencadenar sudoración como respuesta del cuerpo para regular la temperatura.
- El cuerpo está combatiendo una infección: Las infecciones suelen estar relacionadas con cambios en la temperatura corporal, que provocan fiebre y sudoración.
- Reflujo: Algunas personas con reflujo ácido o con la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que es más grave, pueden experimentar sudoración excesiva y ardor de estómago nocturno.
- Hiperhidrosis: La hiperhidrosis es un trastorno de sudoración excesiva en el que una persona suda una cantidad inusual, incluso cuando duerme. Suele afectar a partes concretas del cuerpo, como las palmas de las manos, los pies, las axilas y la cabeza y esta afección puede afectar a las tareas cotidianas, como abrir pomos de puertas o utilizar ordenadores.
- Cambios hormonales: Uno de los mayores cambios hormonales que pueden provocar sudoración es la menopausia. Las mujeres experimentan fluctuaciones en los niveles de estrógeno, que provocan sofocos incluso al dormir. En el caso de las mujeres embarazadas o con la menstruación, las fluctuaciones hormonales también pueden provocar sudores nocturnos. Sin embargo, la menopausia suele provocar los sudores más persistentes.
- Trastornos hormonales, como el síndrome carcinoide no diagnosticado: El enrojecimiento también es frecuente cuando se padece síndrome carcinoide. Se asocia a la sudoración debido al calor y al enrojecimiento provocados por el aumento del flujo sanguíneo a la piel.
- Hipertiroidismo no diagnosticado: Las personas con hipertiroidismo tienen una tiroides hiperactiva que produce más hormona tiroidea de la que el cuerpo necesita. Algunos síntomas son debilidad muscular, cambios de humor y sudores nocturnos.
- Hipoglucemia relacionada con la medicación para la diabetes: La hipoglucemia se produce cuando los niveles de azúcar en sangre bajan demasiado. Esto puede provocar diversos síntomas, como mareos, confusión e incluso sudores nocturnos. A veces, estos sudores pueden aparecer de repente.
- Linfoma no diagnosticado: El linfoma es un cáncer que puede causar síntomas como fiebre, pérdida de peso y sudores nocturnos. El cuerpo reconoce el linfoma como algo contra lo que tiene que luchar, razón por la cual eleva su temperatura para hacerlo.
- Tumor raro en la glándula suprarrenal conocido como feocromocitoma: Los feocromocitomas suelen ser tumores benignos que se originan en las células de la glándula suprarrenal. Los síntomas asociados son cefaleas episódicas, sudoración y taquicardia, es decir, latidos cardíacos acelerados. Al igual que las afecciones hormonales, las neurológicas, en particular las lesiones medulares y la siringomielia, también pueden provocar sudores nocturnos. Los daños en la médula espinal hacen que esta funcione mal y sobreestimule las glándulas sudoríparas.
¿Qué hacer para evitar los sudores nocturnos?
Para evitar los sudores nocturnos hay que mantener una correcta ventilación de la habitación donde se va a dormir, y estar abrigados conforme a la temperatura ambiental. Además, realizar una correcta higiene del sueño para evitar aumentar la ansiedad, ayuda a dormir más relajados y reduce el riesgo de tener sudoración emocional. Esto incluye evitar uso de pantallas antes de dormir, evitar cenas muy copiosas o calóricas, etc.
Además, en aquellos casos que lo necesiten se puede recurrir a antitranspirantes tópicos en las zonas de mayor sudoración. De hecho, los antitranspirantes son considerados la primera línea de tratamiento para la sudoración excesiva de las axilas, manos, pies y a veces de la cara. Normalmente se aconseja su aplicación nocturna teniendo como precaución que la piel esté completamente seca e intacta.
Si se tienen problemas de insomnio, se puede recurrir a varias técnicas para poder dormir mejor para que la sudoración nocturna se elimine si el ambiente acompaña.
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