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Helados de frutas y caldos congelados para que los animales del Zoo de Barcelona soporten el calor

El centro activa cada verano un protocolo con cambios de agua, ventilación y alimentación adaptada para hidratar a las especies.

El centro activa cada verano un protocolo con cambios de agua, ventilación y alimentación adaptada para hidratar a las especies.
Un chimpancé del Zoo de Barcelona disfruta de comida helada proporcionada por los cuidadores para ayudarles a soportar el calor del verano | DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

El Zoo de Barcelona ha reforzado este verano su protocolo para aliviar el calor a los animales con medidas que van desde cambios de agua más frecuentes hasta la incorporación de helados de frutas, verduras y caldos en su dieta. El objetivo es mantener su hidratación y estimular comportamientos propios de cada especie, según ha explicado el director del centro, Sito Alarcón.

Helados adaptados para cada especie

El zoológico ofrece helados de gusanos, frutas y verduras, así como zumos y caldos congelados. Los chimpancés reciben trozos de sandía, manzana y pepino congelados, además de zumos encapsulados en mangueras donadas por los Bombers de Barcelona, que les obligan a ingeniárselas para conseguir el alimento. Este formato permite mantenerles hidratados y fomenta su instinto natural de búsqueda de comida.

En el caso de las jirafas, los helados están elaborados principalmente con manzana y zanahoria y se cuelgan a la altura de sus cabezas. De esta forma, se emula la manera en la que se alimentan en su hábitat natural, donde obtienen la comida de ramas y hojas de árboles altos de la Sabana africana.

Instalaciones adaptadas al clima barcelonés

El centro mantiene recintos preparados para recrear el clima propio de cada especie. Aun así, todas las especies presentes en el Zoo de Barcelona pueden vivir con las condiciones actuales de la ciudad, ha señalado Alarcón.

El director ha explicado que el parque cuenta con un ambiente más confortable que el exterior, ya que en su interior se registran habitualmente entre dos y tres grados menos que en la calle. El objetivo es garantizar el bienestar animal tanto con la dieta como con las instalaciones.

Protocolo frente a olas de calor

El plan especial se activa habitualmente en junio, aunque el año pasado se adelantó por una ola de calor temprana. Según Alarcón, el cambio climático obliga al zoológico a prepararse para situaciones más extremas, con periodos de altas temperaturas y lluvias intensas.

Además de las medidas para los animales, el centro busca mejorar el confort de los visitantes con más zonas de sombra y pulverizadores de agua.

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