Un tanatorio de Barcelona abre sus puertas a las mascotas para que puedan despedirse de sus dueños
La funeraria ofrece un protocolo regulado para que las mascotas accedan al velatorio en un momento pactado y bajo supervisión profesional.
Los velatorios en los tanatorios gestionados por PFB Serveis Funeraris han dejado de ser un espacio reservado exclusivamente a los humanos. La funeraria, con presencia en el Barcelonés, el Bajo Llobregat y el Maresme, ha puesto en marcha un servicio pionero que permite que los animales de compañía accedan a las salas de despedida para acompañar a la familia en un momento tan delicado.
La directora general de la compañía, Ana Gassió, explicó en declaraciones a Telecinco.es que la medida responde a una realidad emocional que hasta ahora se había ignorado. "Los animales sufren cuando afrontan una muerte", afirmó. Su intención, añadió, es "prestar un servicio adaptado a las necesidades de cada familia, que respete todas las sensibilidades y que reconozca el vínculo emocional que une a las personas con sus animales", contribuyendo además al "bienestar emocional de las mascotas".
Protocolos y supervisión
Para dar forma a este servicio, PFB ha trabajado junto a ITVET, una certificadora especializada en espacios pet-friendly, con el fin de adaptar sus instalaciones y definir protocolos de acceso que garanticen una experiencia adecuada en un momento tan sensible. La empresa subraya que la entrada de animales se realiza en un marco regulado, con protocolos de acceso y siempre bajo supervisión profesional.
El procedimiento es sencillo: la familia interesada acuerda con el tanatorio un momento tranquilo dentro del periodo de velatorio para permitir el acceso del animal. La visita dura entre cinco y diez minutos y se realiza siempre en compañía de un miembro del equipo y de los familiares. Hasta ahora, la mayoría de animales que han participado en estas despedidas son perros, aunque también han acudido gatos y otras mascotas.
Gassió señaló que las reacciones varían mucho según el vínculo y la personalidad del animal. "Hay animales que solo huelen al difunto, otros que se acercan varias veces o incluso lloran. En todos los casos percibimos que hay un momento en que el animal entiende la pérdida".
Un origen personal
La iniciativa nació a raíz de una experiencia cercana dentro del propio equipo de PFB. Un trabajador planteó qué ocurriría con su mascota si fallecía antes y cómo podría esta despedirse de él. Aquella pregunta, que Gassió describió en Telecinco.es como una reflexión "muy humana" y "llena de sentido", acabó convirtiéndose en el punto de partida del proyecto.
Antes de formalizar este servicio, la funeraria ya accedía ocasionalmente a peticiones de familias que deseaban que su mascota pudiera despedirse del difunto. La novedad ahora es que PFB lo integra como un servicio estructurado y accesible, reforzando así —según sostienen desde la empresa— su compromiso con una atención más empática del duelo y con todos los miembros de la familia, también los de cuatro patas. La compañía insiste en que esta posibilidad no supone ningún coste adicional ni se considera una prestación especial, sino una opción natural para quienes lo soliciten.
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