L D (Agencias)
Las fuentes diplomáticas explicaron que el dato de los españoles desaparecidos debe ser tomado con "prudencia", ya que los turistas podrían no encontrarse en el barco en el momento del incendio. Hasta el momento, ningún familiar de los turistas españoles se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores para notificar la desaparición de sus allegados.
Testigos y fuentes médicas aseguraron a la agencia EFE que no hay víctimas mortales, mientras que la Policía egipcia aseguró que los servicios de socorro acabaron con éxito su misión y rescataron a todos los pasajeros. Fuentes del hospital de la localidad meridional egipcia de Idfu, a donde fueron trasladados los heridos, indicaron que en el complejo sólo quedan dos ciudadanos españoles, un hombre con quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo y una mujer con una doble fractura. "También está hospitalizada una mujer egipcia con una fractura", añadieron las fuentes, sin dar más detalles ni identificar a los heridos.
Una española y su marido alemán, residentes en Madrid, que se han visto implicados en el accidente del barco de recreo turístico en el río Nilo, avisaron por teléfono del siniestro a su familia, a la que informaron de que estaban desnudos, y con mucho frío, pero "bien", explicó a Efe su padre Juan Antonio Lumbreras. Se trata de la ejecutiva financiera Carmen Lumbreras de la Gándara, de 31 años, y de su marido Thomas Pohl, ejecutivo alemán de marketing y publicidad, que se encuentran entre los ciudadanos españoles afectados por el accidente, entre los que ha habido varios heridos.
Miembros de la tripulación contactados por EFE indicaron que la posible causa del incendio fue un error humano cometido en uno de los camarotes cercanos a la recepción, que estaban ocupados por familias italianas. "Hay varias versiones, pero la más común es que el incendio se desató en un camarote de la zona de recepción, que estaban ocupados por italianos", explicó Mohamed Said, uno de los cocineros del restaurante. "Otros dicen que oyeron una explosión, pero ésta fue posterior. Hay máquinas y es normal por la acción del fuego" que se produzcan deflagraciones, explicó Said, uno de los miembros de la tripulación que sabía nadar y ayudó a varios de los pasajeros a ganar la orilla derecha del Nilo.
Agustín, uno de los viajeros que se negó a dar más detalles de su identidad, comparó el siniestro con la tragedia que sufrió el famoso Titanic. "Nos hemos convertido en un segundo Titanic. Es impresionante. Hay gente que saltó al agua, pero los que no tuvieron suerte, como yo, noes estrellamos contra la orilla. Son los que están en el hospital con esguinces, contusiones y otros golpes", dijo un nervioso Agustín. El aragonés Pedro García, uno de los heridos, explicó que "todos estamos bien, pero no sabemos que ha pasado. Nos han traído aquí y no sabemos nada de nuestros compañeros de viaje". El crucero "Kampisnsky" se convirtió anoche en una tea flotante a su paso por la monumental localidad de Esna, a unos 550 kilómetros al sur de El Cairo. "Después de la cena, sobre las nueve o nueve y media, escuchamos gente correr por los pasillos y empezamos a oler a humo. Entonces subimos a cubierta, desde donde veíamos las llamas salir por las ventanas, en todo el barco excepto donde nosotros estábamos", explicó Pedro García.
Ante la magnitud del incendio, el capitán del Kampinsky ordenó que saltaran al agua los pasajeros que supieran nadar, mientras que el resto fueron llevados a un lugar seguro del barco a la espera de que otra embarcación se acerca a socorrerlos. "Entonces, la nave comenzó a acercarse a la orilla, y es cuando nos pidieron que saltaran. La gente que estaba en la orilla nos ayudó y nos llevaron a la ambulancia", agregó García. Jaled Said, uno de los guías que acudió al rescate desde otro barco, indicó que el crucero "Radamis" evacuó a 24 de los pasajeros, y a dos de los guías turísticos, mientras que lanchas de la Policía sacaban del agua a otros improvisados nadadores. El jefe de organización del crucero siniestrado, Aisad Mohamed, aseguró a EFE que se compensará a los viajeros y se les dará todo tipo de facilidades para que puedan continuar un viaje que comenzaron hace tres día en la localidad meridional de Aswán, a unos 800 kilómetros al sur de El Cairo. "Queremos volver a casa. Estamos sin pasaportes, que estaban en recepción, y nos hemos quedado sin nada. Esperamos que la embajada española nos solucione el problema cuanto antes", apostilló Agustín.
Testigos y fuentes médicas aseguraron a la agencia EFE que no hay víctimas mortales, mientras que la Policía egipcia aseguró que los servicios de socorro acabaron con éxito su misión y rescataron a todos los pasajeros. Fuentes del hospital de la localidad meridional egipcia de Idfu, a donde fueron trasladados los heridos, indicaron que en el complejo sólo quedan dos ciudadanos españoles, un hombre con quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo y una mujer con una doble fractura. "También está hospitalizada una mujer egipcia con una fractura", añadieron las fuentes, sin dar más detalles ni identificar a los heridos.
Una española y su marido alemán, residentes en Madrid, que se han visto implicados en el accidente del barco de recreo turístico en el río Nilo, avisaron por teléfono del siniestro a su familia, a la que informaron de que estaban desnudos, y con mucho frío, pero "bien", explicó a Efe su padre Juan Antonio Lumbreras. Se trata de la ejecutiva financiera Carmen Lumbreras de la Gándara, de 31 años, y de su marido Thomas Pohl, ejecutivo alemán de marketing y publicidad, que se encuentran entre los ciudadanos españoles afectados por el accidente, entre los que ha habido varios heridos.
Miembros de la tripulación contactados por EFE indicaron que la posible causa del incendio fue un error humano cometido en uno de los camarotes cercanos a la recepción, que estaban ocupados por familias italianas. "Hay varias versiones, pero la más común es que el incendio se desató en un camarote de la zona de recepción, que estaban ocupados por italianos", explicó Mohamed Said, uno de los cocineros del restaurante. "Otros dicen que oyeron una explosión, pero ésta fue posterior. Hay máquinas y es normal por la acción del fuego" que se produzcan deflagraciones, explicó Said, uno de los miembros de la tripulación que sabía nadar y ayudó a varios de los pasajeros a ganar la orilla derecha del Nilo.
Agustín, uno de los viajeros que se negó a dar más detalles de su identidad, comparó el siniestro con la tragedia que sufrió el famoso Titanic. "Nos hemos convertido en un segundo Titanic. Es impresionante. Hay gente que saltó al agua, pero los que no tuvieron suerte, como yo, noes estrellamos contra la orilla. Son los que están en el hospital con esguinces, contusiones y otros golpes", dijo un nervioso Agustín. El aragonés Pedro García, uno de los heridos, explicó que "todos estamos bien, pero no sabemos que ha pasado. Nos han traído aquí y no sabemos nada de nuestros compañeros de viaje". El crucero "Kampisnsky" se convirtió anoche en una tea flotante a su paso por la monumental localidad de Esna, a unos 550 kilómetros al sur de El Cairo. "Después de la cena, sobre las nueve o nueve y media, escuchamos gente correr por los pasillos y empezamos a oler a humo. Entonces subimos a cubierta, desde donde veíamos las llamas salir por las ventanas, en todo el barco excepto donde nosotros estábamos", explicó Pedro García.
Ante la magnitud del incendio, el capitán del Kampinsky ordenó que saltaran al agua los pasajeros que supieran nadar, mientras que el resto fueron llevados a un lugar seguro del barco a la espera de que otra embarcación se acerca a socorrerlos. "Entonces, la nave comenzó a acercarse a la orilla, y es cuando nos pidieron que saltaran. La gente que estaba en la orilla nos ayudó y nos llevaron a la ambulancia", agregó García. Jaled Said, uno de los guías que acudió al rescate desde otro barco, indicó que el crucero "Radamis" evacuó a 24 de los pasajeros, y a dos de los guías turísticos, mientras que lanchas de la Policía sacaban del agua a otros improvisados nadadores. El jefe de organización del crucero siniestrado, Aisad Mohamed, aseguró a EFE que se compensará a los viajeros y se les dará todo tipo de facilidades para que puedan continuar un viaje que comenzaron hace tres día en la localidad meridional de Aswán, a unos 800 kilómetros al sur de El Cairo. "Queremos volver a casa. Estamos sin pasaportes, que estaban en recepción, y nos hemos quedado sin nada. Esperamos que la embajada española nos solucione el problema cuanto antes", apostilló Agustín.
