
L D (EFE) Ya hace varios días que el abogado venía recibiendo mensajes "amenazantes" en el contestador automático de su teléfono profesional, aunque Cobas no quiso darle mayor importancia al incidente y no denunció el caso ante los Mossos d'Esquadra, según ha explicado a Efe el afectado. Las amenazas, sin embargo, han ido a más y este jueves el vestíbulo del edificio en el que trabaja, situado en la calle Roger de Llúria de Barcelona, amaneció con una pintada en la que podía leerse "Coba, abogado de asesinos".
Las pintadas se han vuelto a repetir este viernes y esta vez sus autores han dejado escritos intimidatorios en la acera, frente a la puerta de acceso al edificio del letrado, como "Cataluña no perdona", mientras que han marcado la fachada del inmueble con la palabra "asesino". El letrado, que a diferencia de otros abogados de oficio ha sido contratado por las familias de los acusados, ya ha puesto los hechos en conocimiento de los Mossos d'Esquadra, que se han desplazado a la zona para fotografiar las pintadas e intentar esclarecer quiénes son los responsables de esta acción.
Cobas asegura que "lo que está pasando no es normal, pasa de la raya", y ha hecho un llamamiento a la tranquilidad a los vecinos de Berga para que jueces, abogados y policía puedan trabajar con normalidad en la resolución de este caso, que ha conmocionado y alterado la convivencia de la capital del Berguedá. El abogado ha lamentado que ciudadanos de Berga "señalen a las familias de los detenidos como culpables de los hechos" y que se estén produciendo actos censurables, como la negativa por parte de algunos comerciantes a vender productos a los familiares de los acusados o la distribución, por diferentes zonas del municipio, de las fotografías de los presuntos implicados en el crimen.
"Estoy tranquilo dentro de lo que cabe, pero lo que pido es tranquilidad a todo el mundo. No es lógico que se cuelguen fotos de los detenidos por todo el pueblo, que no se venda comida a los familiares o que los niños no puedan ir al colegio", ha señalado Ramón Cobas. El abogado, que asegura que "hay gente que está dentro que es inocente", ha asegurado que compañeros suyos del turno de oficio también están siendo increpados y trabajan bajo una fuerte presión, pero que su situación, por el hecho de ser un abogado contratado, aún es, si cabe, peor.
Las pintadas se han vuelto a repetir este viernes y esta vez sus autores han dejado escritos intimidatorios en la acera, frente a la puerta de acceso al edificio del letrado, como "Cataluña no perdona", mientras que han marcado la fachada del inmueble con la palabra "asesino". El letrado, que a diferencia de otros abogados de oficio ha sido contratado por las familias de los acusados, ya ha puesto los hechos en conocimiento de los Mossos d'Esquadra, que se han desplazado a la zona para fotografiar las pintadas e intentar esclarecer quiénes son los responsables de esta acción.
Cobas asegura que "lo que está pasando no es normal, pasa de la raya", y ha hecho un llamamiento a la tranquilidad a los vecinos de Berga para que jueces, abogados y policía puedan trabajar con normalidad en la resolución de este caso, que ha conmocionado y alterado la convivencia de la capital del Berguedá. El abogado ha lamentado que ciudadanos de Berga "señalen a las familias de los detenidos como culpables de los hechos" y que se estén produciendo actos censurables, como la negativa por parte de algunos comerciantes a vender productos a los familiares de los acusados o la distribución, por diferentes zonas del municipio, de las fotografías de los presuntos implicados en el crimen.
"Estoy tranquilo dentro de lo que cabe, pero lo que pido es tranquilidad a todo el mundo. No es lógico que se cuelguen fotos de los detenidos por todo el pueblo, que no se venda comida a los familiares o que los niños no puedan ir al colegio", ha señalado Ramón Cobas. El abogado, que asegura que "hay gente que está dentro que es inocente", ha asegurado que compañeros suyos del turno de oficio también están siendo increpados y trabajan bajo una fuerte presión, pero que su situación, por el hecho de ser un abogado contratado, aún es, si cabe, peor.
