L D (EFE) El libro "Terra Lliure. Punt Final" (Editorial Ara Llibres), que incluye un DVD del documental, es la fiel adaptación del material emitido por televisión. El documental se emitió en el Canal 33 el pasado 14 de abril y, según los índices de audiencia, fue seguido por una media de 290.000 espectadores, con puntas de 350.000, según apunta el propio Bassa, que en la introducción de su libro sale al paso de las críticas recibidas, entre otros, por parte del PP o Ciutadans al denominar a los atentado "acciones" o por referirse a los terroristas como "patriotas catalanes".
De hecho, este lunes mismo trascendió que el CAC reprocha en un informe a Televisión de Cataluña la emisión del documental, al considerar que dominan las opiniones favorables a Terra Lliure y se utiliza un lenguaje incorrecto.
Bassa se defiende al inicio del libro argumentando que se trata de un "documental periodístico, neutro y aséptico", cuyo "pecado fue llenar el vacío informativo" respecto a esa banda terrorista. Para justificar la no utilización del término terrorista para describir a los miembros de la banda, Bassa se remite al libro de estilo de la británica BBC, que evita este término por su carga política.
El libro de Bassa, prologado por los Albert Botran, Oriol Junqueras y Ferran Royo y con epílogo de Enric Ucelay-Da Cal, repasa en 207 páginas la trayectoria de Terra Lliure, desde su fundación en 1979 hasta su disolución en dos etapas: una parte de su dirección lo dejó en 1991, otra en 1995.
A partir del testimonio de ex miembros de la banda, de personalidades políticas de la época como el ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol, el líder de ERC Josep Lluís Carod-Rovira o el ex delegado del Gobierno en Cataluña Francesc Martí Jusmet, así como figuras del poder judicial como el juez Baltasar Garzón, Bassa recopila datos y opiniones sobre la actividad de la banda terrorista.
Según Bassa, el objetivo de Terra Lliure era la "propaganda armada", que no planteaba atentar contra la integridad física de personas pero sí preveía la colocación de artefactos explosivos que pudiesen generar un impacto político y mediático, con el fin de "dinamizar" el movimiento independentista catalán.
No obstante, en 1981, un comando secuestró e hirió de bala al periodista Federico Jiménez Losantos, mientras que en 1987 una bomba de Terra Lliure junto a los juzgados de Les Borges Blanques (Lérida) provocó la muerte de una mujer que dormía en un piso contiguo.