El "guarro zafio" de Antonio Burgos y la insólita foto de 'La Gaceta'

Todos miran a las nucleares. Y lo hacen así. "Apocalipsis", "pánico", "radioactividad sin control". Todo muy tranquilizador, como verán.

El País atiza al Gobierno japonés en un artículo titulado "Cuando la verdad es descortés" por "ocultar información a sus ciudadanos" porque en Japón "decir la verdad es descortés". Mira que son raros estos japoneses. En el editorial anda con pies de plomo con el temita nuclear. "No sería prudente tomar decisiones irreversibles o que marcaran el futuro por décadas en una situación de conmoción, con grandes incertidumbres sobre lo que en realidad ha pasado". Qué cuidadín, por Dios.

En los asuntos de España no es tan cauteloso. Por ejemplo, cuando habla de los fondos de reptiles. "Ofensiva del PP contra el ejecutivo por los expedientes fraudulentos". Hombre, y les parecerá escandaloso. Así ve El País el control al Gobierno: "Los populares tienen la intención de volver a provocar la bronca" en el Congreso.

Pero lo que me tiene intrigadísima es el repentino interés del diario de Prisa con el 11-M. Día sí y día también. ¿Qué mosca les habrá picado? Hoy hay dos artículos. Javier Pradera habla de "coloristas teorías", "conjura fabulada", como no podía ser de otra manera de la "maliciosa deslealtad de Aznar" y tampoco faltan los "periodistas y tertulianos de El Mundo y la Cope" que son "una peña de pelmazos" que seguirán "con su tabarra infinita". Moncho Alpuente le sigue la corriente en las páginas de Madrid con un artículo con un título que habla por sí mismo, "Bocazas y cantamañanas" donde pone a caer de un burro a la juez de los tedax porque al parecer confundió Betadine con Titadyne. Hijo, es que a los no expertos nos suena más. Qué intolerantes.

El Mundo dice que "la alarma inicial" se ha convertido en "autentico pánico" y la situación está "fuera de control". Ahí es nada. Critica al señor de Bruselas que calificó la situación de "apocalíptica" una expresión que "quizás no sea la más adecuada" porque está asociada a "enfermedades incurables, malformaciones". Pues no, entonces puede que no sea la más adecuada. Así que Pedro J. aconseja "huir de supersticiones y catástrofes cinematográficas" que ya tenemos bastante con lo que tenemos.

Sobre la movida que ha montado Eguiguren, el del terrorismo VIP, es tajante. "Si el PSOE no quiere perder toda su credibilidad debe apartar ya a Eguiguren". En este nuevo culebrón socialista ahora con el terrorismo, El Mundo no tiene claro si la "pirueta discursiva" de Caamaño ha sido fruto de la "reflexión" o una "llamada a capítulo".

"Apocalipsis nuclear", "pánico nuclear", "desolación y muerte" son algunos de los titulares de ABC, que no quiere alarmar a nadie pero dice que la cosa puede desembocar "en una verdadera catástrofe nuclear que ponga a Japón en el umbral de su desaparición como la tercera economía mundial, además del número ingente de víctimas que puede producirse". Espero que no haya ningún japonés que lea el ABC porque se va a llevar un susto de muerte. Eso sí, "el mundo industrializado no puede sostenerse sin energía nuclear, pase lo que pase en Japón".

También habla de Eguiguren. "El pacto vasco se resiente tras el último torpedo pro-Sortu del PSE" y el "artículo incendiario" de Eguiguren, titula.  "Es evidente que el PSOE se ha convertido en un partido sin autoridad ni concierto", dice en un editorial.

Antonio Burgos nos distrae de tanta catástrofe nuclear y pone a caldo a Santiago Segura. "Tengo a Segura en la nómina de famosotes que me ponen de los nervios", en la misma "estantería" donde tiene colocados "a Buenafuente, Wyoming, Pedro Almodóvar a Javier Barden y a la madre que lo parió". Le "aterra" el éxito de Torrente 4, aunque no conoce a nadie que la haya visto. "Como verán, elijo bien a mis amistades y allegados". Pero no se ha resistido a leer un artículo "de este señor Segura al que toman por genio y me da el trabajo hecho, porque, defendiéndose de las críticas escribe él solito todos los adjetivos en que me hace pensar su filmografía: guarro, zafio, casposo, grosero". Parece que no va a ir a ver Torrente.

La Razón al menos se hace preguntas: ¿Apocalipsis? Critica la "confusión y precipitación" de algunos gobiernos occidentales y aplaude el mensaje de Zapatero, que ha "huido de un exagerado alarmismo". Y aprovecha para atizar a algunos. "Los prejuicios de la izquierda trasnochada contra las centrales han aparecido para agitar su eterna campaña y pescar en río revuelto". Informa, para que nos hagamos una idea, de que la radiación en Japón es "como hacerse 20.000 radiografías en una hora".

Sobre Eguiguren escribe Ussía. "Cuando habla Jesús Eguiguren a servidor se le taponan las cocochas".

Público, qué les voy a contar. Se lo están pasando como los indios. Envidia, me dan. En titulares, como otros, pero a ellos se les nota que los disfrutan: "Radiactividad fuera de control", "otro incendio amenaza con provocar una nube de radiación", "los niveles medidos en Tokio duplicaron el máximo permisible", " miles de habitantes abandonan la capital", "los efectos de la radiación llegarán a largo plazo", "la dosis por hora ayer equivalía a la emitida por seis radiografías de tórax". Y este que seguro les ha causado especial satisfacción. "Endesa y FAES desvelan el programa oculto nuclear del PP".

Como era de esperar es el único periódico que aplaude la sentencia de Estrasburgo a favor de Otegi por llamar "torturador" al Rey. Nos han dado, según Marco Schwartz, "una lección de democracia". También es el único periódico en criticar a Zapatero por no haber cerrado de inmediato todas las centrales nucleares. "Sería lamentable que reaccionase con un exceso de cautela".

La Gaceta lleva la exclusiva del día. Rubalcaba está vivo. Publica la primera foto del vicepresidente desde que enfermó. "Insólita fotografía del vicepresidente con su mujer". Le ha puesto encima el sello del periódico (fotografías La Gaceta exclusivas) para que nadie se la robe. La tomaron el domingo tras salir del hospital y pasea del brazo de su mujer en zapatillas, con barba y sí, parece bastante enfermito, la verdad.