La polémica está servida. Según publica ABC el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, busca una reconversión del antiguo Museo del Ejército – trasladado al Alcázar de Toledo- y colgar allí el Guernica. Su proyecto más ambicioso fue desvelado en una conversación con su colega del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel
Esta pretensión contradice lo determinado por el simposio internacional que estimó que el cuadro no debía ser trasladado ni una vez más, por el bien de su conservación. Además, de formalizar esta decisión, haría caso omiso de un informe de más de 300 páginas elaborado por la entonces jefa de Restauración del Reina Sofía y hoy del Prado, Pilar Sedano.El asunto cuenta con no pocas intrigas ocultas.
A punto de cumplir los 73 años, el Guernica ha pasado por más de 30 exposiciones por todo el globo: EEUU, Sao Paulo, Milán, Alemania, Bélgica, Holanda, Suecia, Dinamarca...y tanto viaje le ha pasado factura. Los numerosos daños irreversibles sufridos durante su traslados, montajes y desmontajes, unido a su peso y tamaño (775 x 350) proporcionan un diagnóstico claro: La obra no debería volver a enrollarse jamás, "No debe volver a exponerse la obra a ningún tipo de movimiento o traslado fuera de las salas del museo" concluyó un minucioso estudio técnico en 1998.
De hecho, e propio presidente del Gobierno tuvo que negarle al País Vasco que el lienzo se expusiera en el 70 aniversario del bombardeo de Guernica en 2007, denegando el préstamo temporal al Guggenheim de Bilbao, aduciendo razones estrictamente "técnicas" y "muy convincentes", que "recomiendan su no movilidad" señala ABC.
Además de obviar la "salud" del cuadro, esta decisión rompería definitivamente la baraja con el Reina Sofía, arrebatándole la "joya de la Corona", ya que es el epicentro y mejor reclamo de todas las salas.
Estad decisiónb violaría el Decreto que divide las colecciones nacionales entre el Museo del Prado y el Reina Sofía . En él, se escogió como línea divisora de ambas colecciones el año de nacimiento de Pablo Picasso (1881); quedándose lo anterior el Prado, y lo posterior al Reina Sofía. Si Miguel Zugaza consigue llevarse la obra, rompería también la raíz de ese Decreto, que habría que reformar.