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El Museo Reina Sofía expone la obra de Centelles despreciada por la Generalidad

La obra del gran fotógrafo Agustí Centelles se expone en el Reina Sofía, dentro de la exposición que el Museo dedica a la fotografía obrera.

Se trata de la primera exposición que afronta este tema en un museo de arte contemporáneo de forma tan exhaustiva, ya que en ella se pueden contemplar más de mil piezas, entre fotografías, revistas, libros y películas.

Autores anónimos junto a fotógrafos fundamentales del siglo XX reconstruyen la historia reflejada en una exposición en la que se ha logrado reunir un número excepcional de obras "que permiten situar en el centro un movimiento ignorado y que centra las bases para otra historia, otro relato de la fotografía moderna", según el comisario, Jorge Ribalta.

La primera parte de la muestra aborda los años 1926 y 1932 en Alemania y la Unión Soviética, en los que, a raíz del concurso convocado por la revista AIZ, nacieron la revista "Der Arbeiter-Fotograf" y el movimiento de la Arbeiterfotografie, la fotografía de los trabajadores. En esta sección se pueden contemplar obras de Eugen Heilig, John Heartfield, Erich Rinka, Ernst Thormann, Walter Ballhause o Max Alpert, que, junto a Arkady Shaikhet y otros, firmaron el manifiesto de la Asociación Rusa de los Fotoperiodistas Proletarios.

El segundo bloque de la exposición muestra la expansión del movimiento por el centro y norte de Europa y Norteamérica durante la primera mitad de los años treinta. Se crea la organización de fotógrafos obreros en Zúrich, se funda la Worker Film and Photo League en Estados Unidos, la organización francesa de los Amateurs Photographes Ouvriers y la organización holandesa Arbeiders-Fotografen.

Surgieron revistas ilustradas vinculadas a las redes de los partidos comunistas y socialistas y se constituyeron diferentes círculos de documentalismo o fotografía social politizada en varias ciudades europeas. Autores húngaros, checos, eslovacos, austríacos, suizos, holandeses y británicos -como Kata Kálmán, Kata Sugár, Irena Bluhova, Ferenc Haár, Karel Hajek, Oldrich Straka, Cas Oorthuys o Edith Tudor-Hart- ilustran este espacio junto a norteamericanos como Siskind, Corsini, Engel, Grossman, Paul Strand o Tina Modotti.

La muestra finaliza con las experiencias en el Frente Popular e incluye documentación de la Guerra Civil española.

Fotógrafos del movimiento comunista internacional como Walter Reuter, Joris Ivens o Ilya Ehrenburg reconstruyen una época en la que también están presentes grandes fotógrafos documentales como Gerda Taro, Robert Capa, Chim, Andre Papillon, Henri Cartier-Bresson, Agustí Centelles, Eli Lotar, Margaret Michaelis, José Suárez, Josep Renau, Pere Català Pic, así como miembros de las Misiones Pedagógicas, entre ellos José Val del Omar.

La lucha de los hijos de Centelles con la Generalidad

Gran polémica se suscitó tras la decisión de los hijos del gran fotoperiodista, Agustí Centelles Ossó – fallecido en 1985 – cuando decidieron vender su archivo fotográfico al Ministerio de Cultura, tras el trato recibido por parte de la Generalidad de Cataluña, lo que llevó la obra del fotógrafo al Archivo de Salamanca.

Sergi y Octavi Centelles informaron que tomaron esta decisión tras haber recibido diferentes ofertas por parte de entidades sociales, particulares y empresas de subastas, además de la Generalidad. Los propietarios de la obra de Centelles aceptaron finalmente la oferta del Ministerio de Cultura por considerar que era la que ofrecía un mejor proyecto expositivo y garantizaba una mayor difusión.

Explicaron que la oferta económica del Ministerio – 700.000 euros – no era la más alta que habían recibido, aunque estaba bastante por encima de la que había hecho la Generalidad, "que no llegaba al medio millón de euros".

"Antes quemado que al enemigo"

El que por entonces era consejero Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, montó en cólera y muy dolido calificó de "deslealtad flagrante" la actitud del Ministerio de Cultura. Y ERC acusó a los hijos del fotógrafo de "peseteros".

Octavi Centelles, uno de ellos, sentenció, tras estas declaraciones, que "antes quemado que al enemigo, y la Generalitat no es amiga". También declaró que estaba pensando "irse del país", refiriéndose a Cataluña.

Sergi Centelles se mostró ofendido ante las acusaciones de ERC: "No se nos puede llamar peseteros porque de todas las exposiciones que han habido, no hemos cobrado ni un duro", ha comentado. Su hermano Octavi recordó que no se trata de "un expolio, se trata de una compra" y reiteró que el archivo "no irá a Cataluña, va a ir a la mejor oferta de difusión de la obra que hemos recibido", es decir, al archivo de Salamanca.

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