Menú

Madrid

Tres fallos y un tatuaje delatan al marido de la americana secuestrada en Madrid

El serbio David Knezevich, de 36 años, fue detenido el pasado 4 de mayo en Miami por su relación con la desaparición de Ana María Henao, de 40 años.

El serbio David Knezevich, de 36 años, fue detenido el pasado 4 de mayo en Miami por su relación con la desaparición de Ana María Henao, de 40 años.
Ana María Henao desapareció en extrañas circunstancias el pasado 2 de febrero. | Redes Sociales

David Knezevich fue detenido el sábado 4 de mayo en Miami por su presunta relación con la desaparición de su esposa, Ana María Henao. A la mujer, de 40 años, se le perdió el rastro el pasado 2 de febrero en Madrid. En diciembre se trasladó a España para comenzar una nueva vida, alejada del que fuera su marido. Al llegar aquí, inició los trámites de divorcio. Según confesó a sus amigas, "tenía miedo de la reacción" que pudiera tener. A la vista de los acontecimientos, no le faltaba razón.

De momento, no ha aparecido el cuerpo y él está acusado de secuestro. Pero todo apunta a que Ana María "fue asesinada" y los investigadores "saben que fue él", señalan fuentes cercanas al caso a Libertad Digital. Knezevich fue grabado por las cámaras de seguridad del edificio del barrio Salamanca en el que la mujer -estadounidense, de origen colombiano- vivía de alquiler y también por las de una tienda en la que compró un bote de spray que ha sido clave para incriminarle.

El día en que Ana María desaparece, las cámaras de seguridad de la finca en la que residía fueron saboteadas (tanto la del telefonillo como la del interior del portal). Alguien intentó cegarlas rociando el objetivo de ambas con un spray negro. Los vecinos pensaron que lo había hecho alguien que tenía la intención de robar en algún piso de la comunidad. Pero, según se desprende de la investigación, la finalidad era otra: el secuestro y -muy probablemente- asesinato de la mujer americana.

David Knezevich fue quien anuló (o intentó anular) las cámaras. Ocultó su rostro bajo un casco negro, pero cometió varios fallos que han permitido identificarle. En el análisis de las imágenes, se ve perfectamente la muñeca de la persona que rocía el spray: un hombre de piel blanca con un tatuaje que no deja lugar a dudas. Por otra parte, el marido de Ana María no logra cegar los objetivos por completo. De manera que le captan saliendo del edificio con una maleta de gran tamaño.

Los investigadores creen que Knezevich metió a su esposa en el interior, apuntan las mismas fuentes. La desaparecida es una mujer delgada y no alcanza el metro y medio de estatura. Además, ninguna cámara ha grabado a Ana María saliendo del edificio después de la noche en la que se la sitúa en su vivienda por última vez. Llegados a este punto, cabe recordar también que la Policía Científica encontró restos biológicos (sangre) que no eran perceptibles al ojo humano en el inmueble.

"Le tienen pillado", nos aseguran. Hay imágenes de Knezevich en una tienda de Madrid, lo que prueba que no estaba en Serbia en ese momento (como él aseguró). Lo que compró en ese establecimiento es un spray negro como el que se usó para sabotear las cámaras del edificio donde vivía Ana María. El hombre que lo roció tenía un tatuaje en la muñeca exactamente igual que el suyo. Y las cámaras le captaron saliendo de la finca con una gran maleta en la que cabría su mujer. "No hay manera de que pueda justificar todo eso".

La detención de Knezevich

El serbio David Knezevich -de 36 años- fue detenido el pasado 4 de mayo, en cuanto puso un pie en suelo estadounidense. Tras la desaparición de mujer, se fue a vivir a su país de origen. Algo que resultó sospechoso a los investigadores y que ha retrasado su captura una vez que contaban con pruebas suficientes para su arresto.

Su vuelo, procedente de Belgrado (Serbia), aterrizó en un aeropuerto al norte de Miami. Se cree que viajó a la ciudad para intentar resolver cuentas pendientes y sacar todo el dinero posible del país. Un tribunal de Florida había paralizado la venta de algunos de los bienes de la pareja y desde Serbia no podía operar con algunas de sus cuentas.

Ana María y David pusieron en marcha una empresa tecnológica y les fue bien. Acumularon un patrimonio valorado en 15 millones de euros, durante los trece años de matrimonio. El móvil del crimen (de confirmarse) podría ser económico. La mujer aseguró a su entorno que con lo que le correspondía podría vivir tranquila el resto de su vida, pero él no parecía dispuesto a entregarle su parte.

Temas

En España

    0
    comentarios