Es cierto que, siempre según los discutibles datos del EGM, la SER lleva 15 años liderando el dial en España, pero no lo es menos que para alcanzar esa posición de privilegio tuvo que desarrollarse el llamado antenicidio, es decir, la adquisición y posterior desmantelamiento de la antigua Antena 3 Radio por parte de Prisa, en una operación que contravino todas las normas de competencia y que fue autorizada por un Consejo de Ministros presidido por Felipe González.
Y es que, pese para llegar a ser la número uno, la SER tuvo que acabar con la que era en ese momento la emisora más oída de España, la Antena 3 que tenía entre sus principales comunicadores a Antonio Herrero, Luis Herrero, José María García o al propio Federico Jiménez Losantos. Todos, y con ellos los principales colaboradores de la emisora, la abandonaron por aquel entonces, mientras Prisa puso en marcha una programación "de perfil bajo" para, más tarde, directamente eliminarla y lanzar por sus emisoras la programación de la SER, una proliferación de emisoras que tiene no poco que ver con el actual liderazgo de esta cadena.
La operación fue declarada ilegal en el año 2000 y la justicia exigió entonces que se revirtiera la situación de monopolio de facto, pero el gobierno del PP dilató los plazos y nunca cumplió la sentencia. Zapatero, por el contrario, fue más activo en este asunto: promulgo una Ley Audiovisual que daba cobertura a la situación. Así, en el año 2007 y para sorpresa de juristas y con el voto particular de dos magistrados, el Tribunal Supremo dio el visto bueno al antenicidio amparándose en esa nueva ley, años posterior a que la justicia declarase ilegal la operación.
Así, la celebración de los 15 años de liderazgo de la SER es en realidad la de la larga serie de ilegalidades y abusos de poder que permitió que se acabase con la que era la radio con más audiencia y, después, mantener una situación que distorsiona la competencia real en España.